Ningún organismo se cree la previsión de crecimiento de Calviño este año y todos la rebajan para 2024
Ningún servicio de estudios español ni tampoco organismo internacional alguno se creen la previsión de crecimiento de la economía española para este año, que la vicepresidenta Nadia Calviño mantiene inalterable en un aumento del 2,1% del PIB según el cuadro macroeconómico presentado para acompañar a los presupuestos del Estado. En cambio, todas las instituciones internacionales han rebajado sus estimaciones previas para 2024, como consecuencia del efecto contractivo que tendrá la subida continuada de los tipos de interés, así como el impacto de la inflación, sobre todo la que afecta a la cesta de la compra -que sigue disparada-, así como el índice subyacente, que mide las tensiones estructurales del sistema y que en España está dos puntos por encima de la media de la Unión Europea.
El último en hacer públicas sus previsiones ha sido Funcas -la Fundación de las Cajas de Ahorro-, que prevé un aumento del PIB del 1,5% este año, ligeramente por encima de lo que estimaba hace unos meses, pero más de medio punto por debajo de las que sigue manejando el Gobierno al margen de los últimos avatares de la coyuntura internacional como el endurecimiento de la política monetaria o el conato -que de momento parece sofocado- de crisis bancaria tras el colapso de Silicon Valley, la venta precipitada de Credit Suisse a UBS por 3.000 millones o los problemas de confianza en la gestión de Deutsche Bank.
«El comportamiento 2023 será algo mejor de lo anticipado y en 2024 será algo peor», ha explicado el director general de Funcas, Carlos Ocaña, en rueda de prensa para presentar la actualización de las previsiones económicas para España en el periodo 2023-2024. Ocaña ha explicado que en 2023 el comportamiento de la economía española será «desigual», con un primer semestre en el que se registrarán tasas de crecimiento más elevadas que en la segunda parte del año.
Entre los factores que están jugando a favor de la economía española este año destaca el mejor comportamiento de los precios energéticos, la plena normalización del turismo y el mejor ritmo de ejecución de los fondos europeos. «Todos estos factores van a impulsar la economía particularmente en la primera mitad del año», ha asegurado Ocaña. Por el contrario, en la segunda mitad otros factores menos favorables van a ir ganando peso, como el efecto contractivo de la política monetaria y las tensiones financieras. «Eso dará lugar a que el comportamiento de la economía en esos dos últimos trimestres de 2023 sea menos dinámico». En 2024 Funcas ha recortado sus previsiones debido a que se anticipa una ralentización de la demanda interna por dichos elementos contractivos y debido a que la política fiscal del país ya no podrá ser tan expansiva ante la reactivación de las reglas fiscales europeas y en un contexto de subida de tipos de interés.
La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional también revisó sus previsiones sobre la economía mundial y particularmente la española en el mismo sentido que Funcas. También prevé un crecimiento del 1,5% en lo que se refiere a nuestro país, cuatro décimas mejor de lo espero, debido a que prevé un cierto frenazo del aumento de los precios y confía en la fortaleza del mercado laboral -aunque no entra a valorar el espejismo que lo rodea, con una explosión masiva de los contratos fijos discontinuos y un descenso acusado de las horas trabajadas, como consecuencia de la contra reforma laboral de la ministra Yolanda Díaz-.
El revés de la moneda es que lo que el FMI aumenta en términos de PIB este año lo resta en sus estimaciones para 2024, en el que rebaja las previsiones cuatro décimas hasta el 2%, y augura igualmente un futuro menos prometedor para todos los ejercicios siguientes hasta 2028. Según las previsiones del Fondo, España afronta un lustro de crecimiento muy por debajo de la tendencia de las últimas décadas, un ritmo que impedirá la reducción del paro, de manera que la tasa de desempleo seguirá anclada en el entorno del 12%.
Un poco antes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico aumentó su previsión de crecimiento para 2023 hasta el 1,7%, mientras que el Banco de España elevó la suya tres décimas hasta el 1,6%. En todo caso, todas las estimaciones conocidas están muy por debajo de la que sostiene la ministra Calviño contra viento y marea, así como son sensiblemente inferiores a las expectativas para 2024. La media del consenso del panel de Funcas, que agrupa a diecisiete servicios de estudios del país, es de un crecimiento del 1,5% del PIB para este año y del 2,1% para el próximo.