La banca española facilita la huida a los catalanes que temen el corralito
Los bancos están respondiendo a la preocupación de los ciudadanos catalanes, que temen perder su dinero en euros si la deriva secesionista concluye con la expulsión del nuevo país del club de socios de la moneda única.
Según informa el diario Crónica Global, las entidades están ofreciendo a estos clientes un sistema que les permitiría sacar su dinero de Cataluña y, por lo tanto, evitar el corralito.
Las entidades financieras ofrecen «cuentas espejo» fuera de Cataluña
La herramienta utilizada es la “cuenta espejo”, es decir, una cuenta paralela a la que tenga el cliente en su sucursal catalana situada en una oficina de la entidad financiera fuera de la comunidad autónoma.
De esta forma, si Cataluña se independizara podría evitar las restricciones a la retirada de efectivo (corralito) que se produciría ante la avalancha de clientes que querrían retirar sus euros antes de que se convirtieran en la nueva moneda catalana.
Este tipo de cuentas “espejo” se utilizan normalmente cuando un cliente tiene que cambiar de domicilio, facilitando el traspaso a otra oficina sin perder la operatividad.
El Banco de España teme el corralito
El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha advertido de la llegada de un corralito si ganan las elecciones catalanas los partidarios de la secesión unilateral. Respalda la postura de las patronales bancarias (AEB y CECA), que han anunciado que no podrán garantizar la seguridad de los depositantes.
Pocos pensaban que esto se pudiera producir dentro de un país europeo, pero la ofensiva independentista ha decidido obviar las consecuencias económicas de una ruptura de la unidad nacional.
El término “corralito” nació en Argentina en 2001, cuando el Gobierno decidió restringir la disposición de efectivo de los ciudadanos para evitar una masiva fuga de capitales.
Desde entonces se emplea en España este concepto para explicar un proceso que, aunque parezca complejo, es muy sencillo: las autoridades del país prohíben las transferencias de dinero y las disposiciones de efectivo, estableciendo unos límites mínimos para permitir la supervivencia.
Es más, el corralito se podría producir antes incluso de la declaración de independencia, ya que el temor es suficiente para iniciar la fuga de capitales. El riesgo ha sido ocultado por los impulsores de la plataforma secesionista, aunque desde hace años conocían el resultado económico de la independencia: la quiebra del sistema financiero.