CONCEJAL DE ECONOMÍA DEL CONSISTORIO

Jordi Valls, un socialista de pasado oscuro al mando de los presupuestos de Barcelona

Jordi Valls, un socialista de pasado oscuro al mando de los presupuestos de Barcelona
Jordi Valls.

La aprobación del proyecto de Presupuestos del Ayuntamiento de Barcelona para 2024, que han superado el pasado martes su primer trámite al ser aprobados inicialmente en la comisión de Economía, está siendo una carrera de obstáculos no exenta de polémicas.

El equipo del alcalde socialista Jaume Collboni se juega mucho, en concreto 715 millones de euros de inversión, para poder sacar adelante en su mandato proyectos que beneficien al conjunto de la ciudadanía. Pero el éxito de la aprobación resultará de la diligencia especialmente del teniente de alcalde de economía, Jordi Valls. ¿Quién es el hombre de quien dependen los presupuestos de la ciudad de Barcelona?

Más empresario que político, tras abandonar la alcaldía de Manresa, Jordi Valls presidió, entre 2007 y 2011, el Puerto de Barcelona. Durante su paso por esta institución, la Abogacía del Estado le atribuyó “graves negligencias” al autorizar pagos por obras no realizadas y lo señaló entre los “responsables contables directos” de las supuestas irregularidades. El agujero económico alcanzó los 40,6 millones de euros.

Tras su salida, Jordi Valls se incorporó en 2016 al Grupo SUEZ, matriz de Agbar. Allí impulsó proyectos como la construcción y operación de la nueva red de alcantarillado en Ciudad David (Panamá) y la mayor desalinizadora del continente en Playas de Rosarito (Tijuana, México) por un importe aproximado de 580 millones de dólares.

En este proyecto se encontraba la firma mexicana NSC Agua, cuyo accionista de referencia era el empresario Alejandro de la Vega Valladolid, primo del ex secretario de Planeación y Finanzas del estado de Baja California y autor intelectual de las asociaciones público privadas en la región. Posteriormente, a finales de 2019, salieron a la luz los vínculos empresariales del ex gobernador Francisco Vega de Lamadrid, impulsor del proyecto, con este consorcio de empresas liderado por Jordi Valls.

El proyecto se vio envuelto en un escándalo cuando salió a la luz que tanto Alejandro de la Vega Valladolid como Francisco Vega de Lamadrid habían sido relacionados con el polémico empresario Jorge Hank Rhon, -dueño de Grupo Caliente, una de las compañías de apuestas deportivas más grandes en México, y de los Xolos de Tijuana-, al cual el Centro Nacional de Inteligencia sobre Drogas en Estados Unidos le imputó participación en tráfico de drogas y lavado de dinero, vinculándolo al Cartel de Tijuana.

El informe también acusaba al clan Hank de corrupción política, evasión de impuestos, soborno y compra de votos. Finalmente, en junio de 2020, el Gobierno de Baja California decidió rescindir el contrato con Aguas de Rosarito.

Pero Jordi Valls es insumergible y en septiembre de 2020 el consejo de administración de Mercabarna le nombró director general del mayor mercado de alimentos del sur de Europa. Allí presumió de la ampliación del recinto de Mercabarna sumando 17 hectáreas adyacentes a su recinto que eran propiedad del Consorcio de la Zona Franca de Barcelona «para optimizar el ecosistema agroindustrial, potenciar el sector agrologístico y crear más infraestructuras de sostenibilidad dentro del gran mercado».

Tres años después, el socialista Jaume Collboni situaba a Valls como número nueve en las listas del PSC y con el propósito de que sea su teniente de alcalde de Economía y Hacienda, lo que finalmente ocurrió. Ahora, con una hoja de servicios plagada de más sombras que luces, le espera una partida de ajedrez con la aprobación de unos Presupuestos vitales para la Ciudad Condal.

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