Las inversiones en refino en España evitarán el desabastecimiento de gasolina pero no bajarán el precio
Repsol, Cepsa y BP, los operadores del sistema de refino en España, serán los responsables de que el país tenga garantizada la seguridad de suministro de combustible tanto para la población como para la industria. El motivo es su apuesta por la inversión en refinería que asciende a más de 7.000 millones de euros con un incremento de capacidad del 16% desde 2009, frente al 10% de capacidad que ha perdido la Unión Europea.
El trabajo de estas petroleras provoca además que sean capaces de ayudar a paliar el déficit de combustibles, principalmente de diésel, a otros países europeos, sobre todo Francia, a través de exportaciones, según un informe de Freemarket. Los analistas de la firma consideran que el sistema de refino español cuenta “con algunas de las instalaciones más eficientes y modernas del continente, aporta seguridad de suministro, mejora la balanza comercial de España gracias a las exportaciones y proporciona ingresos al Estado”.
En cambio, este hecho no garantiza un descenso en el precio de los combustibles en el país. La gasolina y el diésel han moderado su ascenso, pero siguen rondando la zona de máximos históricos sobre los 2 euros y el estado general de la industria de refino unido a los impuestos y el pago del petróleo a precios de futuro no invitan al optimismo.
“En la última década en la Unión Europea han cerrado 24 refinerías, más del 10% de la capacidad de refino del continente, principalmente por el entorno de poca rentabilidad que ha existido en el sector en Europa, mientras que el consumo de gasolina, diésel y queroseno ha aumentado un 1,3%. Además, hoy se da el caso de que parte de la capacidad europea, en el norte y el este del continente, está condicionada por la falta de suministro de crudo y productos semiprocesados rusos que las refinerías convierten en combustibles”, señalan desde Freemarket.
“La inversión en refino no está bien vista”, señalan a OKDIARIO fuentes del sector. El motivo reside en que a las petroleras les resulta casi imposible acudir a la banca en busca de crédito para mejorar sus instalaciones y capacidades al considerar las entidades que si les dan financiación “estarían apoyando a la inversión ‘negra’ en vez de a la ‘verde’ en un marco en que la banca está mirada con lupa por sus criterios ESG”, comentan las mismas fuentes.
Respecto a las tasas impositivas, el sector del refino “recaudó 15.844 millones de euros en impuestos para el Estado, o un tercio en IVA y dos tercios en el Impuesto Especial sobre los Hidrocarburos, y exportó producto por valor de 10.874 millones de euros”, según los datos compilados por Freemarket. Por cada litro de diésel o gasolina repostado, el cliente paga en impuestos 74 y 84 céntimos por litro, respectivamente, a precios del 20 de junio.
La actividad de la industria del petróleo está completamente sujeta a las condiciones de mercado, tanto cuando arrojan pérdidas que afectan a la rentabilidad y a la valoración de los activos, como cuando producen beneficios. La consecuencia del shock de oferta y de que Europa no haya hecho los deberes en refino “hace que los precios de referencia mundiales hayan aumentado significativamente”, explican desde la firma. Estos precios son cotizaciones internacionales que se rigen por dinámicas globales que hoy están “profundamente afectadas por el sumidero de combustible que es Europa y que han disparado el precio de los combustibles mucho más allá del incremento del coste del petróleo”, añaden.