Crecimiento económico

La inversión empresarial se hunde en 2023 y no mejorará en 2024 por los obstáculos del Gobierno

Inversión empresarial
Las cifras de PIB muestran una recaída de la inversión empresarial.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La economía española tiene un gran agujero negro que no levanta cabeza desde la pandemia: la inversión empresarial. Y esa variable es la clave para que el crecimiento, y con él la creación de empleo, se mantenga en el futuro, cuando el consumo privado y el turismo pierdan la fuerza que han demostrado en 2023. Algo sobre lo que los empresarios y los economistas son bastante pesimistas, dadas las políticas antiempresa y los obstáculos que pone el Gobierno a la iniciativa privada.

Así, en los últimos tiempos, Repsol ha advertido de que se llevará inversiones por importe de 1.500 millones fuera de España si no hay estabilidad fiscal (de hecho, ya ha paralizado algunas), e Iberdrola ha firmado un acuerdo con el fondo soberano de Abu Dabi para invertir 15.000 millones de euros, ninguno de ellos en España. Esto provocó que el Gobierno anunciara una revisión del impuesto extraordinario a las energéticas, pero de momento ha quedado aparcada.

Las cifras de PIB del tercer trimestre, que muestran un crecimiento del 0,3% de la economía, incluyen una caída del 0,6% de la inversión (formación bruta de capital) tras dos trimestres consecutivos en positivo. Es decir, la incipiente recuperación de los meses anteriores, estimulada por un escenario económico más positivo de lo que se esperaba, se ha venido abajo ante las previsiones de deterioro de la economía el próximo año.

Pasando de la macro a la micro, Ibercaja calcula que el crédito a empresas ha disminuido en el conjunto de la banca un 5,08% este año. Y, además, el grueso del mismo va a financiar el circulante (los gastos recurrentes de las compañías), no nuevas inversiones. Teresa Fernández, directora de banca de empresas de la entidad aragonesa, confirma que «la inversión no se ha recuperado desde la pandemia, y eso se traduce en la caída del crédito año tras año».

El Instituto de Estudios Económicos (IEE) coincide con esta apreciación: la recuperación de la inversión «ha ido perdiendo intensidad en periodos posteriores, mostrando, nuevamente, tasas negativas de variación desde finales de 2022. En la actualidad, la inversión en bienes de equipo no ha recuperado aún los niveles alcanzados durante el periodo precrisis, siendo inferior en un 5% a la registrada en esta etapa».

Clima antiempresa

«Esto es especialmente preocupante por su repercusión sobre el pobre desempeño de la productividad y, por ende, sobre el menor potencial de crecimiento de la economía española y sus dificultades de convergencia en términos de renta per cápita con las economías más avanzadas», añade el organismo de la CEOE, que recuerda que se abrió una brecha entre la renta per cápita española y la media de la zona euro con el covid que no se ha recuperado en los años posteriores.

instituto de Estudios Económicos, inversión empresarial
Gregorio Izquierdo e Íñigo Fernández de Mesa, del IEE.

Por ello, su director general, Gregorio Izquierdo, considera que «la generación de un clima económico, político y social favorecedor para la atracción de inversiones, así como para la mejora de la eficiencia de capital físico, humano y tecnológico, es determinante para el aumento de la productividad».

Y añade que «en este sentido, la estabilidad, la certidumbre, la calidad de las instituciones y el tamaño y grado de intervención del sector público son factores relevantes que inciden sobre las expectativas y determinan la toma de decisiones de inversión en el largo plazo». Justo lo contrario de lo que está ocurriendo en España. Y recuerda que los países con mayor libertad económica son los que tienen mayor inversión empresarial, mientras que España es una de las economías avanzadas con menor libertad de la OCDE.

Incentivos y seguridad

Por ello, pide que el Gobierno conceda incentivos fiscales a la inversión y a la creación de empleo, como ha ocurrido en crisis anteriores. Porque esta vez es la primera que salimos de una crisis (la pandemia) sin esos incentivos, sino justo con medidas en sentido contrario: con mayor presión fiscal en contra de las mejores prácticas de la UE, como ilustra el ejemplo de la recuperación del Impuesto sobre el Patrimonio.

Asimismo, el IEE pide mayor estabilidad normativa, es decir, seguridad jurídica, en línea con lo que han exigido las grandes empresas citadas para no paralizar inversiones en España.

No obstante, Ibercaja considera que la inversión empresarial no puede estar congelada eternamente y que en algún momento se reactivará a pesar de los obstáculos gubernamentales. A juicio de esta entidad financiera, si los empresarios no invierten, pierden competitividad, lo cual va en contra de su propio negocio.

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