Iberdrola ampliará su capital en 68 millones para pagar un dividendo flexible de 0,168 euros
La compañía de energía española Iberdrola pagará un dividendo a cuenta del ejercicio 2020 de 0,168 euros brutos por acción o entregará un título de la compañía nuevo por cada 70 derechos de asignación gratuita, dentro de su programa de retribución flexible, según informó este viernes la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Para abordar este plan de retribución flexible, Iberdrola llevará a cabo una ampliación de capital que supondrá la emisión de un número máximo de 90,7 millones de acciones. El importe nominal máximo del aumento de capital asciende a 68,036 millones de euros.
En concreto, para los accionistas que opten por recibir la remuneración en efectivo, el importe del dividendo, que se abonará el próximo 8 de febrero, será de esos 0,168 euros brutos por título, en línea con el abonado el ejercicio anterior. Por lo tanto, los accionistas de la compañía que preside José Ignacio Sánchez Galán podrán elegir entre recibir su retribución en efectivo o bien el importe equivalente en acciones de Iberdrola de forma gratuita -al igual que en anteriores ocasiones-.
El volumen final a emitir por la compañía energética dependerá del número de accionistas de la compañía que elijan recibir su remuneración en títulos del grupo o su retribución en efectivo.
No obstante, los accionistas de Iberdrola que opten por la segunda opción -recibir el importe equivalente en acciones de la energética- deberán tener 70 derechos de asignación gratuita para recibir un nuevo título de la sociedad.
Ampliación de capital
Para abordar este plan de retribución flexible, Iberdrola llevará a cabo una ampliación de capital que supondrá la emisión de un número máximo de 90,7 millones de acciones. El importe nominal máximo del aumento de capital asciende a 68,036 millones de euros.
Además, el volumen final a emitir por la compañía energética dependerá del número de accionistas de la compañía que elijan recibir su remuneración en títulos del grupo o su retribución en efectivo.
«Aprovechar las oportunidades de la revolución energética que afrontan las principales economías del mundo a través de un modelo limpio, verde y renovable con más redes, más almacenamiento y más soluciones inteligentes para los clientes».
Un reparto de dividendo que llega dentro del nuevo Plan Estratégico 2020-2025. En concreto, la firma que dirige Galán prevé realizar inversiones por valor de 68.000 millones de euros en estos cinco años, de los que 14.300 millones de euros serán en España. Un cantidad que servirá para afianzar a la compañía de energía en generación eléctrica.
Plan estratégico 2020-2025
En concreto, Iberdrola ha lanzado este año un plan estratégico para hacer frente a los efectos derivados de la crisis del coronavirus, que incluye inversiones históricas de 75.000 millones de euros. ¿El objetivo? Adelantar al resto de compañías del sector de la energía para «aprovechar las oportunidades de la revolución energética que afrontan las principales economías del mundo a través de un modelo limpio, verde y renovable con más redes, más almacenamiento y más soluciones inteligentes para los clientes».
El 90% de este volumen de inversión -68.000 millones de euros- será para crecimiento orgánico e irá dirigido a consolidar su modelo de negocio, mientras el resto, 7.000 millones corresponden a la adquisición recientemente anunciada de la compañía americana PNM Resources1. Un ritmo de inversión que permitirá una inversión media de 10.000 millones de euros al año, entre 2020 y 2022, y de 13.000 millones, en el periodo de 2023 y 2025.
La compañía de Galán aprovecha la nueva estrategia para revisar al alza las perspectivas a 2022, pese a la situación de la crisis del coronavirus. Así, el beneficio neto se situará ese año entre 4.000 millones y 4.200 millones, frente a los 3.700-3.900 millones previstos para ese año en el plan estratégico 2018-2022.
«La estrategia inversora del grupo junto con su política de eficiencia, le permitirá seguir registrando un crecimiento rentable durante este lustro, mientras mantiene la solidez financiera y la retribución a sus accionistas», explicó la compañía energética.
La compañía de Galán aprovecha la nueva estrategia para revisar al alza las perspectivas a 2022, pese a la situación de la crisis del coronavirus. Así, el beneficio neto se situará ese año entre 4.000 millones y 4.200 millones, frente a los 3.700-3.900 millones previstos para ese año en el plan estratégico 2018-2022.
Las inversiones brutas se elevarán un 35% y alcanzarán los 50.000 millones (36.000 millones entre 2020 y 2022)-, frente a los 38.000 millones previstos, y las eficiencias se elevarán a unos 1.600 millones, superando los 1.200 millones estimados en el anterior plan y manteniendo el rating en niveles BBB+/ Baa1.
Unos datos que según la compañía les llevaran a registrar un Ebitda de 15.000 millones en 2025, lo que supone incrementar en 5.000 millones de euros el obtenido en 2019, con un crecimiento medio anual acumulado del 7%. El beneficio neto, por su parte, se elevaría a 5.000 millones de euros, tras crecer anualmente entre un 6% y un 7%.