Garamendi: «No es verdad que Europa hubiese vetado la reforma laboral sin nuestra firma»
"No quiero pensar lo que tendríamos hoy encima de la mesa si no hubiésemos negociado"
"Yolanda Díaz es una persona con la que se puede hablar"
"Siento respeto por el PP pero sí me gustaría que me enviaran su propuesta de reforma laboral"
Vea la entrevista completa de Antonio Garamendi (CEOE) con OKDIARIO
Entre las reformas exigidas por la Unión Europea para el desembolso de los fondos, la reforma laboral ha sido una de las cuestiones más relevantes. La fiscalización de Bruselas, favorable siempre al entendimiento entre los agentes sociales, se interpretó como una red de seguridad frente a una parte del Gobierno y los sindicatos que pretendían una reforma dura. Pero, además, muchos quisieron ver una oportunidad para impulsar una mayor flexibilidad del mercado laboral aprovechando la debilidad de un Gobierno cuya supervivencia política depende de la estabilidad financiera que posibilitan las inyecciones de liquidez procedentes de Europa. Garamendi niega ese planteamiento: «Eso de que Europa sólo hubiese apoyado una reforma laboral si estaba la patronal, no es verdad».
Pregunta.- Esa advertencia que usted ha realizado cuando dice que «si se cambia una coma, con nosotros que no cuenten», ¿en qué se concretaría?
Respuesta.- Bueno, vamos a ver, aquí hay un acuerdo y ese acuerdo tiene que ir a un trámite parlamentario. Nosotros aceptamos totalmente, como no podía ser de otra manera en un país democrático, la legitimidad del Parlamento, pero lo que digo en representación de las empresas es que, si en ese tramite parlamentario se cambian cosas, no será el acuerdo del diálogo social. Eso es lo que he querido decir.
P.- ¿El Gobierno les ha ofrecido algún tipo de garantía?
R.- A ver, insisto, hasta ahora, cuando hemos llegado a acuerdos con el Gobierno se han cumplido. Eso es así. Confío en que el Gobierno lleve adelante este pacto tripartito. Yo lo que digo es que, si se acepta lo que digan otros partidos, pues nosotros lo estudiaremos y con toda seguridad tendremos que decir que no es nuestro acuerdo.
P.- Al margen de las consecuencias que para Europa pueda tener que los empresarios se descuelguen del acuerdo, ¿también afectaría al resto de las negociaciones sobre pensiones o salario mínimo?
R.- Bueno, evidentemente, vamos por eso. Yo no quiero, no soy una persona de amenazas. En principio vamos a confiar en que todo vaya ordenadamente.
Por cierto, eso de que Europa ha dicho que si nosotros decimos que no es no, no es así. Eso que se está trasladando de «si vosotros hubierais dicho que no…», eso no es así, no es exactamente así.
P.- Pero eso fue lo que se nos trasladó, que Europa sólo apoyaría una reforma con la participación de empresarios.
R.- Yo soy vicepresidente de los empresarios europeos, estoy con los comisarios europeos y con ministros de Finanzas y de Economía de otros países, como por ejemplo con el ministro de Economía francés, y no trasladaban eso. Y no digo que no se hubieran opuesto si la reforma fuese una burrada, eso quiero aclararlo, pero en ningún caso era como lo han planteado.