Las galletas Gullón no están en venta: las ofertas de compra van directas a la papelera

Gullón
Galletas Gullón (Foto. Gullón)
María Villardón

La entrada de fondos de inversión en el accionariado de empresas familiares es un movimiento estratégico muy común en los últimos años. El Ganso o Freixenet son algunas de las firmas españolas que optan por la venta de un paquete de acciones para impulsar sus planes estratégicos, pero al parecer no es el caso de Gullón. Juan Miguel Martínez Gabaldón, director general de Gullón, ha asegurado que la galletera con sede en Aguilar de Campoo en este aspecto “es inaccesible”.

La compañía, que lleva 125 años en funcionamiento, no está a la venta y no atiende ofertas que lleguen con esta intención. “Últimamente sabemos que hay mucho dinero en la calle y muchos fondos circulan con una velocidad tremenda, todo el mundo se interesa por Gullón”, ha explicado en una entrevista en Onda Cero. Ha añadido, además, que “nos llegan muchas cartas y le digo a Mercedes, mi secretaria: ‘Ni siquiera me las pases, tíralas a la papelera’”.

Y no sólo eso, está tan seguro del proyecto que lidera junto a la presidenta María Teresa Rodríguez, que confirma que “no atiendo por teléfono a nadie, no he hecho reunión con fondos. No nos interesa, estamos aquí en Aguilar de Campoo y tenemos muy claro que no podemos fallar a la comarca. Gullón, por esa parte, es inaccesible”.

Actualmente Gullón cuenta con una plantilla de 1.400 empleados, “el 90% de ellos son de Aguilar de Campoo, pero estamos en una comarca amplia y tenemos pueblos de alrededor que también vienen a trabajar”, ha comentado.

Además, Martínez Gabaldón ha sacado pecho por el peso de Gullón en la economía autonómica y, por ende, nacional. “La dimensión de esta empresa es tan grande que somos un motor muy importante para la economía de la zona. Estamos muy orgullosos y dedicamos todos nuestros recursos a que la comarca se beneficie de nuestra presencia”, ha asegurado.

Según ha confirmado el director general, la inversión en innovación de la compañía ha sido un pilar fundamental para elevar la facturación. Ha explicado que “se ha partido de un producto tradicional como es la galleta, pero hemos hecho una innovación en el producto y la hemos puesto del lado de la salud”. También ha explicado que fue una idea de la presidenta “un hecho que hace 30 años era muy revolucionario, ahora ya no son un nicho de mercado”.

Gullón dio un giro en su política comercial al crear en 1979 la primera galleta integral del mercado español y en 1986, la primera galleta con aceites vegetales, lo que dio lugar a la creación del segmento galleta-salud, hasta entonces inexistente en España.

La compañía ha pasado de facturar 9 millones de euros en los años 80, a una facturación actual de más de 340 millones de euros, según cifras dadas por el directivo. Gullón es la única empresa galletera centenaria que se mantiene en el sector y exporta a más de 120 países.

Otros casos de empresas españolas con fondos de inversión

La compañía de galletas, tal como ha señalado su director general, sin embargo, es una opción que algunas compañías han elegido o están barajando para hacer crecer las firmas o dar el salto internacional. El Ganso vendió parte de su accionariado a L Catterton, el vehículo inversor del conglomerado del lujo LVMH para tomar impulso.

También la compañía vinícola Henkell se ha hecho recientemente con el control de la catalana Freixenet por 220 millones de euros o el fondo BC Partners que compró el pasado año el 100% de Pronovias por 550 millones de euros mientras la familia Palatchi se ha quedado con una participación minoritaria.

Además, este mismo jueves Codorniú ha asegurado que está estudiando la llegada del fondo de EEUU Carlyle con un paquete de acciones minoritario para dar salida a alguno accionistas. La compañía de cavas ha confirmado a OKDIARIO que están en negociaciones, aunque hubo una primera propuesto de los americanos que se rechazó.

También Bimba y Lola han puesto en manos de Morgan Stanley la venta de una parte de sus acciones a un fondo de capital riesgo para financiar su internacionalización. Una operación en la que, según ha podido saber este periódico, no le faltan pretendientes y están subiendo su apuesta hasta los 550 millones de euros.  Eso sí, fuentes cercanas a la compañía gallega aseguran que no quieren seguir teniendo el control y sólo venderán una participación minoritaria.

Por el contrario, desde Adolfo Domínguez -familia del fundador de Textil Lonia- han confirmado que la compañía textil, a pesar de los años complicados en cuanto a ventas, no está a la venta. «Mi padre es el accionista minoritario y te aseguro que no vende», aseguraba tajante a este periódico la directora general Adriana Domínguez.

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