Francia no renuncia a la ‘tasa Google’ pese a la tregua con EEUU
Francia no ha abandonado su idea de imponer una tasa que grave las actividades de los gigantes digitales, a pesar del acuerdo alcanzado esta semana con Estados Unidos para congelar por un tiempo su entrada en vigor y dar margen así a las conversaciones en el seno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para llegar a una solución global a la fiscalidad digital.
«Quiero dejar muy clara una cosa: no cederemos en la revisión de la fiscalidad internacional», ha señalado el ministro de Economía y Finanzas del país galo, Bruno Le Maire, en declaraciones a la cadena BFM en Davos. «Seguiremos adelante con el impuesto a los gigantes digitales en Francia en 2020, ya sea a nivel internacional si se llega a un acuerdo o a nivel nacional si no lo hay», ha advertido.
En este sentido, Le Maire ha subrayado que Francia «ha liderado esta cuestión y seguirá haciéndolo», añadiendo, en referencia a las presiones por parte de EEUU, que una guerra comercial no interesa a nadie, puesto que disminuye el crecimiento y destruye empleos.
Asimismo, el ministro francés ha rechazado la posibilidad de fijar una tasa con carácter voluntario, tal como planteaba Estados Unidos, afirmando que un impuesto «o es obligatorio y efectivo u opcional y nadie lo paga». «No conozco a nadie que pague impuestos voluntariamente», ha apuntado.
«El marco alcanzado con Steven Mnuchin (secretario del Tesoro de EEUU) es una excelente noticia, porque nos dará tiempo y una oportunidad para la negociación internacional en lugar de entrar en una guerra comercial que penalizaría a nuestros viticultores en particular», ha añadido Le Maire.
Los presidentes de Francia y EEUU, Emmanuel Macron y Donald Trump, pactaron el pasado fin de semana relajar las tensiones comerciales entre ambos países y seguir dialogando sobre las posibilidades de alcanzar un acuerdo respecto del impuesto que grave las actividades de las grandes empresas tecnológicas con el fin de evitar una escalada en la guerra comercial.
Los dos países habían acordado a principios de enero reunirse en Davos para tratar el tema de la fiscalidad de los gigantes digitales, después de que Washington amenazase con imponer aranceles adicionales del 100% a los productos franceses.
El ministro galo de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire defendió entonces que la tasa fijada por Francia para gravar las actividades en el país de grandes corporaciones digitales «no es discriminatoria», por lo que subrayó que las sanciones estadounidenses planteadas «son hostiles, inapropiadas e ilegítimas».
A finales del pasado mes de noviembre, la Oficina del Representante Comercial de EEUU (USTR) anunció la propuesta para imponer un arancel del 100% sobre la importación de 63 productos franceses, cuyo valor agregado asciende a 2.400 millones de dólares (2.147 millones de euros) al considerar que el impuesto francés a las multinacionales digitales «discrimina a las empresas de EEUU» y no es consistente con los principios de la fiscalidad internacional y es «mensualmente oneroso» para las empresas estadounidenses afectadas.
Washington respondía así cinco meses después a la promulgación en Francia de la conocida como tasa GAFA (por las iniciales de Google, Apple, Facebook y Amazon), su propia ‘tasa Google’, que fija un gravamen del 3% sobre la facturación de aquellos negocios digitales cuyas ventas mundiales sean superiores a los 848 millones de dólares a nivel mundial y a los 28 millones de dólares en Francia.