ENERGÍA

El Foro Nuclear advierte del riesgo que presentan las renovables para garantizar el suministro

La central nuclear de Trillo
La central nuclear de Trillo, en Guadalajara

La industria nuclear aplaude el fuerte desarrollo de las energías renovables en España aunque avisa de los riesgos de disponibilidad que presentan para asegurar la estabilidad del suministro del país. «El viento no es permanente a lo largo del día y, de noche, el sol no luce». Con este sencillo argumento, el presidente del Foro de la Industria Nuclear, Ignacio Araluce, defendía la importancia estratégica de esta fuente de energía para el conjunto del sistema energético español, incluidas las energías renovables.

El Foro Nuclear ha organizado un curso de formación en tecnología nuclear para periodistas en la Asociación de la Prensa de Madrid, se ha referido al límite del precio de la luz en menos de 67 euros por kilovatio hora establecido por el Gobierno. En ese sentido, Araluce recordaba que el sector nuclear ha estado «años perdiendo dinero» pese a la opinión generalizada de que «se están forrando» y ha asegurado que el futuro de la energía nuclear depende de las ideologías. De hecho, gracias a que en la actualidad no existen problemas de suministro de uranio, a las propietarias de las centrales nucleares les «cuestan más los impuestos que el combustible», dijo.

Riesgos de las renovables

El representante de la industria nuclear española considera «positivo» el desarrollo y crecimiento de las energías renovables, aunque avisa de que tienen comprometida su productividad. Según sus cálculos, las renovables la fotovoltaica funciona 1.300 de las casi 9.000 horas del año y la eólica «cuando hay viento».

Además, dado el escaso tiempo que queda disponible para sustituir las nucleares con renovables y al almacenamiento de electricidad que es, en su opinión, «el mayor problema» de estas tecnologías. No obstante, «el almacenamiento va retrasado y no hay suficiente», ha sentenciado.

Según lo previsto por el Gobierno, el cierre de las siete centrales nucleares españolas empieza en 2027: la de Almaraz I (Cáceres) será la primera. Almaraz II cerrará un año más tarde, en 2028. En 2030 cerrarán el primer grupo de Ascó (Ascó I), Vandellós II (ambas en Tarragona) y Cofrentes (Valencia), la central más potente del sistema nuclear español con una potencia eléctrica bruta de 1.092,02 Megavatios. La última en cerrar, en 2035, será la central nuclear de Trillo, en Guadalajara.

De hecho, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) -aprobado por el Gobierno en marzo de 2021- prevé el funcionamiento de las siete nucleares españolas hasta final de 2027. Con ello, la potencia instalada en 2030 será, aproximadamente, la mitad de la actual. Quedarán tres unidades (Ascó II, Vandellós II y Trillo) progresivamente en funcionamiento hasta 2035.

Tras constatar la dificultad para que se produzca que el despliegue de las energías renovables en España «al ritmo que marca el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC)», el presidente del Foro Nuclear espera que «en algún momento alguien reconozca que necesitamos la energía nuclear».

Promotores e instaladores de plantas de energías renovables han visto peligrar más de 50.000 millones de euros de inversión por los diversos problemas de suministro de la tecnología y de auténtico colapso del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que lidera Teresa Ribera a la hora de gestionar las Declaraciones de Impacto Ambiental imprescindibles para conseguir las licencias de obra de los diferentes proyectos. Al límite del plazo legal previsto, el departamento de Teresa Ribera amplió seis meses el plazo.

Durante el curso para periodistas la industria subrayó que, en un marco español y europeo que busca la transición desde energías contaminantes (incluida la nuclear) hacia las energías renovables, la cuestión de la energía nuclear es un tema «muy sensible» sobre la que «todas» las formaciones políticas tienen una posición. «Dependiendo de cuál sea la ideología y la aproximación a la energía nuclear tendrá un futuro y otro», ha valorado. La política promovida por Bruselas en beneficio de las renovables tiene su peso.

El caso de España -en 2031 habrán cerrado las 7 centrales nucleares existentes- contrasta con las políticas de otros países. Francia, que cuenta con 57 centrales nucleares construirá otras seis grandes centrales además de numerosas pequeñas centrales. Suecia, Polonia y la República Checa tienen prevista la construcción de otras tres, mientras Italia se plantea la entrada en la energía nuclear. De modo que solo Alemania y España son las únicas grandes economías europeas que se quedan fuera de esta fuente de energía por voluntad propia. «Estados Unidos, Canadá y Asia se han lanzado a la energía nuclear», añadió.

La nuclear no alega

El Ministerio de Transición Ecológica ha dejado claro al sector que su decisión de cerrar las centrales nucleares es inamovible.  «No habrá ningún cambio en el Ministerio, habrá cierre de las centrales nucleares, sí o sí», señaló Araluce. La apuesta política es, por si aún cupiera alguna duda, potenciar las energías renovables.

Lo cierto que es el aumento en la aportación de energías renovables no ha podido frenar las fuertes subidas del precio de la luz. Pese a ello, el coste medio de la electricidad generada por las centrales nucleares españolas se sitúa en 58,63 euros por kilovatio incluidos impuestos. Sin la carga fiscal, el coste por kilovatio supera ligeramente los 40 euros. «Es decir, seríamos competitivos», asegura.

Por ello, el Foro de la Industria Nuclear Española ha renunciado a presentar alegaciones al último borrador del que será el séptimo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2020-2030 (PNIEC). Especialmente tras recibir desde ese departamento la decisión política de que no habrá «ni un solo cambio, cierre de las centrales nucleares sí o sí», en relación con el calendario de cierre ordenado que comenzará con la central Almaraz I (Cáceres) en 2027 y culminará en 2035.

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