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Los fondos de BBVA, con el corazón partío

BBVA, fondos
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Como era de esperar, la junta de accionistas del BBVA aprobó con holgada mayoría (aunque no «abrumadora», como presumía Carlos Torres) el viernes la ampliación de capital necesaria para lanzar la OPA sobre el Banco Sabadell. Así que ya está el proceso a toda máquina. Pero Torres se enfrenta a un problema con el que no contaba: los fondos de inversión presentes en su capital, que tienen el corazón partío, como decía Alejandro Sanz. Y algunos pueden bajarse del barco antes de que llegue al puerto de la fusión.

¿Por qué? Pues porque han cambiado muchas cosas desde el anuncio de la intención de comprar el Sabadell por el BBVA, primero con una propuesta de fusión amistosa -que fue rechazada por el bajo precio y por no pagar nada en efectivo- y después como OPA hostil.

BBVA, Sabadell, junta de accionistas

¿Qué cosas? Para empezar, el tortazo de la cotización del BBVA, cercano al 12% desde el primer anuncio. Algo que no suele gustar mucho a los accionistas, por mucho que su inversión sea a largo plazo; empezar perdiendo de saque nunca es plato de gusto. En segundo lugar, todo el lío regulatorio -que puede retrasar la operación al segundo trimestre de 2025, como les hemos contado en OKDIARIO- y el rechazo frontal del Gobierno a una fusión posterior a la OPA, que puede dinamitar las sinergias (ahorros de costes) estimados por Torres.

Este sábado este periódico adelantaba en exclusiva que el BBVA piensa seguir adelante con la operación, aunque el Gobierno vete la fusión con el Sabadell. Dejará a éste como una filial, como hizo en su día el Santander con Banesto, se conformará con menos sinergias y esperará a que vengan tiempos mejores, o sea, a un cambio de Gobierno. Y eso tampoco convence del todo a los accionistas.

El elefante Villarejo

Además, siempre está sobrevolando la posibilidad de mejorar la oferta (subiendo el precio o pagando una parte en efectivo), algo a lo que estos fondos se oponen radicalmente por el impacto que tendría en el balance del BBVA. Eso, sin entrar en las dudas sobre el cálculo de las sinergias y los costes de reestructuración, que esa es otra.

Pero lo más importante, el elefante en la habitación de esta historia, es el procesamiento del banco como persona jurídica en el caso Villarejo en la Audiencia Nacional. Procesamiento, que es un paso más que una imputación como la de Begoña Gómez: el BBVA se va a sentar en el banquillo y va a ser juzgado -faltan los recursos de rigor, pero nadie espera que tengan éxito- por los delitos de cohecho y revelación de secretos por espiar a políticos, empresarios y periodistas.

Villarejo, BBVA
Villarejo, a las puertasde la Ciudad de la Justicia de Valencia. (EUROPA PRESS)

En el mundo actual, los criterios ESG (medio ambiente, sociedad y gobernanza por sus siglas en inglés) importan mucho en las decisiones de inversión; por ejemplo, para Criteria son imprescindibles para decidir en qué empresas entra. Y también para muchos de los fondos presentes en el BBVA.

Rentabilidad frente a responsabilidad

En sus sedes centrales de Londres o Nueva York les preguntan qué puñetas hacen en un banco que va a ser juzgado y que puede ser condenado, que no pueden invertir en una entidad con ese daño reputacional. Los gestores se defienden diciendo que el BBVA les ha dado una buena rentabilidad en los últimos años -hasta lo del Sabadell, precisamente- y que con esta operación serán accionistas de un campeón europeo.

Además, con la fusión el banco reducirá su riesgo en mercados emergentes, básicamente México -donde ahora pintan bastos con el deterioro económico y de la divisa, y con el impuesto a la banca- y Turquía, una aventura que nadie ha entendido nunca y que sigue pasando una dolorosa factura al BBVA. Y aumentará su posición en España, es decir, será una inversión mucho más segura y estable.

BBVA, Torres, Erdogan, Cuerpo, Sabadell, Gobierno
Carlos Torres recibe a Erdogan y Pedro Sánchez junto al Ministro Cuerpo.

Por tanto, tienen el corazón partío y se enfrentan a una difícil decisión entre rentabilidad potencial y responsabilidad como inversores en los próximos meses. Como también les contamos aquí antes que nadie, los fondos apoyaban mayoritariamente la operación en los primeros contactos que mantuvo Torres con ellos en la City, pero ahora tienen muchas más dudas.

La opción BlackRock

Algunos, como el gigante BlackRock, han buscado una salida elegante, que es aprovechar la operación a través de las acciones del Sabadell. Apuesta a que la OPA sale adelante: asume el riesgo de que no sea así, en cuyo caso la cotización del Sabadell se hundirá, como le pasó a Naturgy con la espantada de Taqa. Pero así puede decir que no está presente en el procesado BBVA y, si la OPA sale adelante, siempre puede vender las acciones que reciba en pago por las del Sabadell. Y a otra cosa.

BlackRock
Sede de BlackRock.

La cosa se complica todavía más porque muchos de estos fondos están presentes en el capital de los dos bancos. Una jugada probable es que imiten a BlackRock y prefieran mantener o incrementar las posiciones en el Sabadell en detrimento del BBVA. Y se supone que entonces acudirán a la OPA y favorecerán el éxito de la misma, condicionada a hacerse con el 50,01% del Sabadell. Aunque eso también puede jugar en contra de los propios fondos, al hacer caer la cotización del BBVA y, en consecuencia, bajar el precio de la OPA. It’s very difficult todo esto, que diría Mariano Rajoy.

En todo caso, la posición de los fondos va a ser decisiva para el éxito de la operación y, más allá, para el futuro del BBVA. Vamos a tener baile en el accionariado, no les quepa duda.

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