El ex ministro socialista Valeriano Gómez apoya la propuesta de pensiones de Báñez
El ex sindicalista y ex ministro socialista de Trabajo Valeriano Gómez ve bien que aquellos trabajadores que hubieran tenido una peor trayectoria laboral en sus últimos años y que presentaran largas carreras de cotización pudieran elegir sus 25 ó 30 mejores años cotizados a efectos del cálculo de su pensión.
Eso sí, en declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press, el ex ministro ha insistido en que esa posibilidad debería brindarse a quienes tuvieran una larga carrera de cotización y hubieran tenido problemas en sus últimos años en activo, por ejemplo, a consecuencia de un despido.
Gómez ha respondido así al ser preguntado por la propuesta que el PP ha efectuado a la Comisión del Pacto de Toledo para ampliar el periodo de cálculo de la pensión a toda la vida laboral en determinadas circunstancias.
Para el ex ministro, esta idea, adelantada por la ministra de Empleo, Fátima Báñez, se ha esbozado de manera «muy confusa y poco clara», por lo que el Gobierno debería concretar en qué consiste exactamente.
En su opinión, si el Gobierno está tan preocupado por los trabajadores que son despedidos o que entran en el desempleo al final de su vida laboral, debería hacer dos cosas: por un lado, restablecer la protección por desempleo para mayores de 50 años existente antes de la reforma de 2012, que era mayor a la actual, y, por otro, actualizar las pensiones de acuerdo con el IPC.
Gómez ha recordado que la reforma de 2011 que hizo el Gobierno socialista con el acuerdo de los agentes sociales contemplaba la ampliación progresiva del periodo de cálculo de la pensión de 15 a 25 años. En 2018, el periodo a tener en cuenta son 21 años y en 2022 ya serán 25 años.
El ex ministro ha explicado que, en términos generales, el resultado habitual de extender la base de cálculo de la pensión es una reducción, aunque moderada, de la misma, aunque sí puede beneficiar a quienes han sido despedidos de forma prematura.
«Hay un cierto consenso en que los sistemas de pensiones deben recoger toda la vida laboral a la hora de calcular la pensión porque así no se generan estímulos adversos para cotizar mejor durante la última parte de la vida laboral», ha indicado.
En este sentido, ha recordado que antes de la reforma del año 1985 el cómputo de la pensión se producía sobre los dos últimos años, lo cual hacía difícil sostener el sistema de pensiones por la elevada cuantía de la pensión, ya a que al final de la vida laboral era cuando solían tenerse los sueldos más altos.
De dos años se pasó a ocho y luego a 15 hasta que la reforma de pensiones de 2011 amplió el periodo de cálculo de 15 a 25 años, pero de manera progresiva. «Prácticamente todos los sistemas de pensiones europeos tienen en cuenta toda la vida laboral o una parte significativa de la misma, mucho más en todo caso de la que tenemos en España. Pero esto hay que hacerlo de manera progresiva», ha apuntado.