Está en 1,01 dólares

El euro profundiza su caída y ya roza la paridad con el dólar

Estatua del euro a la puerta de la sede del BCE.
Estatua del euro a la puerta de la sede del BCE.

El euro continúa con las caídas registradas el martes, que le llevaron a cambiarse por 1,02 dólares al registrar un desplome del 1,5%. El descenso es inusualmente alto para una divisa en una sola sesión, pero este miércoles continúan los retrocesos. La moneda comunitaria amplía las pérdidas y profundiza sobre los mínimos de noviembre de 2002 hasta cambiarse por 1,01 unidades de billete verde.

La presión sobre la moneda de la zona del euro se incrementa conforme los precios de la energía marcan nuevos récords a la vez que los tambores que anuncian la llegada de una recesión suenan con más fuerza. La energía básica alemana para el año que viene, que sirve de referencia en Europa al ser el motor económico de la región, alcanzó un nuevo máximo histórico en 328,50 euros el megavatio hora a nivel intradiario. La debilidad del euro es “especialmente dramática”, señalan los expertos de Monex Europe. La compañía de cambio de divisas asegura que, si la situación empeora hasta el punto de imponer restricciones al sector manufacturero alemán, «el euro puede caer hasta la paridad».

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha advertido a los Estados miembros de un posible corte total de los suministros de gas desde Rusia, y les insta a prepararse para esta situación, mientras prepara un plan de “emergencia” que presentará a mediados de mes con el fin de paliar la situación actual. Como otra estrategia para esquivar los precios de la energía, el Parlamento Europeo ha dado el visto bueno a calificar a la energía nuclear y al gas como “verdes”. Por su parte, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha señalado que una recesión en Alemania por el corte de gas ruso tendría un “efecto de arrastre” para toda la eurozona.

El mercado descuenta también un crecimiento más débil de la eurozona respecto a Estados Unidos. De Guindos señaló que en el escenario principal con el que trabaja el BCE descarta una recesión en el corto plazo y respecto a la situación del euro comentó que no es trabajo del BCE intervenir en la libre fluctuación de la divisa. En este sentido, desde Monex Europe consideran que, dada la debilidad de la moneda única, la cual agravará el entorno de estanflanción de la eurozona, “el BCE podría intervenir en los próximos días moviendo su previsión para la reunión de julio hasta elevar los tipos de interés en 50 puntos básicos en el caso de que se produzca una depreciación mayor”.

El vicepresidente del BCE, en una entrevista concedida a Cope, reiteró la decisión del banco central de elevar los tipos de interés en 25 puntos básicos en su reunión del 21 de julio, pero dejó la puerta completamente abierta a que la subida sea de 50 puntos básicos en el encuentro del Consejo de Gobierno del organismo en septiembre.

“Un euro depreciado incrementa los costes de la energía (la cual se paga principalmente en dólares), pero también ayuda a las exportaciones. El contexto es muy complicado y hay que sumar las incertidumbres de la guerra”, declaró De Guindos en la entrevista. El exministro de Economía de España enfatizó que el mayor mandato del BCE es llevar la inflación hasta el 2,1% en 2024, aunque esto suponga un fuerte deterioro económico. Pero un euro débil acelerará la espiral inflacionista y más si cabe con la Reserva Federal de Estados Unidos subiendo el precio del dinero con una mayor agresividad que el BCE. El IPC de la eurozona está en máximos históricos, en el 8,1%.

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