Crisis del coronavirus

Los centros comerciales ya ejecutan avales a las grandes cadenas tras un mes de impago

Las ventas de las grandes superficies cayeron un 6% en diciembre

Los propietarios de los centros comerciales se están quedado sin dinero y algunos están ejecutando los avales de sus arrendatarios tan pronto como pueden. No importa si es un pequeño comercio o una gran cadena. Basta un retraso de un mes en el pago de la renta para hacer valer las garantías bancarias. Esta práctica denunciada por la Plataforma de Afectados covid-19 en centros comerciales de España (PAC) -todavía minoritaria- comenzó a detectarse a finales de verano.

«Hay franquicias con 300 o 400 locales que están denunciando esta situación. Desde el mes de agosto, algunos propietarios de centros comerciales han comenzado a ejecutar avales y depósitos de forma sistemática también a las grandes cadenas. Además, ya no actúan solo con los inquilinos que llevan meses sin pagar, en algunos casos también lo hacen con los que estaban al corriente de pago hasta el mes pasado», explican desde PAC (Plataforma de Centros Comerciales).

Para la plataforma, este hecho es síntoma del complejo momento que atraviesan las grandes superficies, que han visto como la afluencia de público acumula una caída de más del 36% en los ocho primeros meses del año, castigando duramente el negocio de los operadores, y por extensión, dificultando el pago de las rentas. Por eso, cientos de propietarios e inquilinos siguen negociando nuevas condiciones de los alquileres que se adapten al actual escenario económico.

Otras fuentes del sector consultadas por este periódico matizan que los avales sólo se están ejecutando si los operadores se encuentran en una situación financiera muy complicada y, por tanto, están en serio riesgo de bancarrota. Las mismas fuentes también explican que la mayoría de los operadores dejaron de pagar los alquileres el 14 de marzo -tras decretarse el estado de alarma- y han seguido impagando hasta llegar a acuerdos con los propietarios. Lo hacían como estrategia de presión. También reconocen que actualmente, casi todas las negociaciones están terminando con acuerdos satisfactorios para los arrendadores y los arrendatarios.

«El 75% de las negociaciones se han cerrado acuerdos positivos. Pero también es cierto que algunos propietarios ofrecían descuentos ridículos de las rentas o aplazamientos de pagos, que son pan para hoy y hambre para mañana. Por eso, las marcas han dejado de pagar los alquileres. Las propuestas coherentes se han aceptado, las bajas se han rechazado», dicen. Se da la circunstancia añadida de que algunos arrendadores han comenzado a pronunciarse tarde, algunos -incluso- esta misma semana. «Han preferido esperar para ver cómo se desarrollaba la situación».

Sobre las condiciones de alquiler de los operadores, cada gestor aplica las suyas, aunque en líneas generales, piden la fianza obligatoria por ley y garantías adicionales, que normalmente son avales bancarios que oscilan entre los tres mese y los seis meses. Los grandes gestores exigen más garantías que los centros más pequeños o de cercanía.

La afluencia baja

El coronavirus ha hundido la afluencia a los centros comerciales y tiendas. En el mes de julio el descenso fue del 25,2% respecto al mismo mes del año anterior a pesar de que ese mes ya estaban en marcha las rebajas de verano.

Según refleja el índice Shoppetrak, el  resultado de julio fue el descenso más leve en tasa interanual desde que se decretó el estado de alarma, después de que se desplomara hasta un 89% en abril y un 82,5% en mayo. En el acumulado del año la afluencia a los centros comerciales acumula un descenso del 38,7%.

Sin embargo, en lo que va de año, el índice encadena tres meses en positivo tras incrementarse la afluencia en un 31,4% respecto a junio, fecha del inicio del fin del estado de alarma. Por aquel entonces, la afluencia se un 278,2% debido a que los consumidores acudieron a los centros comerciales para hacer sus compras tras el confinamiento.

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