Transporte

Cabify, Uber y sus VTC se juegan 140 millones: las elecciones abortan su nueva regulación en Madrid

La convocatoria de elecciones en Madrid tiene para Cabify, Uber y las empresas de VTC una consecuencia indeseada: se viene abajo la norma que estaba realizando Ángel Garrido y la posibilidad de que entre Podemos en el gobierno regional amenaza sus intereses.

Cabify Uber
Ángel Garrido, ex dirigente del PP y actual diputado de Ciudadanos @EP

El adelanto de las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid después de que Ciudadanos anunciara una moción de censura en la Región de Murcia este pasado miércoles ha caído como una losa en buena parte del sector de las VTC y especialmente en Cabify, Uber, Auro y otras compañías que gestionan aplicaciones de transporte.

Todas ellas se juegan ahora un negocio de más de 140 millones de euros que valía el sector VTC en Madrid en 2015 (últimos datos disponibles), según las estimaciones que publicó en mayo de 2017 Analistas Financieros Internacionales (AFI) en un estudio encargado por Uber.

El motivo es que con el fin de la legislatura autonómica y el cese de los consejeros de Ciudadanos por parte de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, también ha cesado Ángel Garrido, ex presidente madrileño con el PP y posteriormente pasado a Ciudadanos para controlar la cartera de Transporte.

Garrido llevaba desde el inicio de la legislatura trabajando en una ley para regular las autorizaciones VTC una vez que se cumpliera el plazo de cuatro años que estableció el llamado ‘decreto Ábalos’ en verano de 2018 a partir del cual las comunidades autónomas tenían que pasar a regular el sector de los vehículos de transporte con conductor (VTC) que compiten con los taxis.

Una ley favorable

El trabajo de ‘lobby’ que llevaban años realizando Uber, Cabify, Auro, Moove Cars y otras compañías propietarias de licencias VTC estaba siendo ímprobo. Sin embargo, todo el esfuerzo se aborta ahora, pues el proyecto de ley muere con la legislatura.

La Comunidad de Madrid es posiblemente la administración autonómica más pro competencia que hay y menos proclive a ceder a las exigencias del colectivo taxista.

Además, es el principal mercado con mucha diferencia dentro de España, con los citados 140 millones de euros de valoración y más de 4.000 personas trabajando directamente en el sector VTC frente a algo más de 800 millones de valoración del sector del taxi, según el citado estudio de AFI. Esta cifra había crecido en los últimos años dado que en la Comunidad de Madrid se habían seguido concediendo licencias VTC por vía judicial.

Frente a ello, el valor del sector VTC en Barcelona era en 2015 de sólo 27 millones de euros frente a 482 de los taxis. Un valor que se llegó a reducir a cero tras la marcha de Uber y Cabify de Barcelona en enero de 2019 por la regulación de la Generalitat de Cataluña.

Desastre para el sector

Ahora, el adelanto electoral pone en riesgo todo el trabajo hecho: una entrada de PSOE y Podemos en el Gobierno regional se considera que sería desastrosa para el sector VTC. Para ello, no hay más que ver las regulaciones que se quieren tomar en administraciones controladas por el centroizquierda o la izquierda, como son la Generalitat de Cataluña, la Generalitat Valenciana o el propio Ayuntamiento de Barcelona de Ada Colau.

Las condiciones para las VTC que proponía Madrid con el centroderecha era mucho más laxas que las que proponen nacionalistas, socialistas y podemitas en Cataluña o Valencia

Cataluña y Comunidad Valenciana, de hecho, apuestan por que las VTC no puedan geolocalizar, lo que les quita una de sus ventajas competitivas, se impide circular con los coches vacíos y también impone los 15 minutos de contratación previos, para que no se pueda coger una VTC de forma automática. En casos como el Ayuntamiento de Barcelona, Colau quiere ampliar hasta 60 minutos la contratación…

Frente a ellos, la negociación que proponía Madrid con el centroderecha era mucho más laxa, sin pedir minutos de contratación.

Esta regulación, que deberían hacer todas las comunidades autónomas, tiene que estar lista para finales del año que viene. Pero es seguro que en Madrid no será Ángel Garrido quien la haga.

Unauto pide calma

Un buen ejemplo del nerviosismo que existe en el sector de las VTC es precisamente un comunicado que ha lanzado Unauto pidiendo calma. La asociación de compañías que tienen autorizaciones VTC -una patronal de la que Uber y Cabify se marcharon este verano como publicó en exclusiva OKDIARIO- se ha expresado así, sabedora de que sus asociados dependen de la regulación que se acabe desarrollando en la Comunidad de Madrid.

«Ante la situación de inestabilidad política que se está produciendo en la CAM y en los gobiernos de otras autonomías, nos vemos en la obligación, sin hacer valoraciones políticas y respetando todas las sensibilidades, de compartir contigo nuestra posición al respecto. No cabe ninguna duda que dependiendo de la composición de los diferentes gobiernos autonómicos, como se viene demostrando, nuestro proceso regulatorio puede ser más rápido o más lento, por lo que a golpe de vista entendemos que para poder continuar en la dirección correcta vamos a trabajar, como venimos haciendo, con rigor e intensidad, teniendo previstos todos los escenarios posibles para no perder de vista ni un solo instante nuestro objetivo prioritario que no es otro que conseguir un marco regulatorio con la suficiente garantía jurídica que nos permita al sector poder mirar hacia el futuro con optimismo», ha dicho Unauto.

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