Bruselas prepara una batería de medidas frente a China para evitar la destrucción de empresas

Se elevarán los estándares exigidos a las empresas extranjeras

Ursula Von der Leyen, Charles Michel, Comisión Europea, Bruselas
Ursula Von der Leyen y Charles Michel.

Bruselas se ha hartado de China. Desde la Comisión Europea, tanto la encargada de Competencia como la propia presidenta, Úrsula Von der Leyen, han recogido el guante de distintos sectores que hablaban de «cierre de fábricas en Europa» a causa de la «competencia desleal de China», y quieren tener preparado, para después de verano, una batería de medidas que obliguen a China a elevar sus estándares o a quedarse fuera del mercado europeo.

A lo largo de este último mes de abril, la Comisión Europea ha terminado de perfilar, especialmente con tecnológicas y automovilísticas, un plan que incluya lo que han denominado ‘Criterios de fiabilidad’. Exigir la reducción de la huella medioambiental, obligar a las empresas extranjeras la equiparación de garantías laborales para igualarlas a las europeas y compartir todos los datos con los socios del viejo continente en sectores estratégicos (respetando a su vez los estándares de privacidad), algo que, en realidad, debería de ser ya habitual tras la entrada en vigor del último Reglamento General de Protección de Datos.

Estas líneas quiere Bruselas que se conviertan en ley, para proteger a las empresas europeas ante lo que consideran «prácticas desleales en las que incurre China». La propia presidenta de la Comisión Europea dio una explicación al fenómeno de los precios del gigante asíatico: «Exporta a precios muy bajos por la sobreproducción que ha acometido para impulsar su economía». La batería de medidas pretende evitar esa guerra en Europa, porque saben que en China está perdida. El ejemplo de Apple este primer trimestre de 2024 supone la prueba definitiva del impulso que está ganando la primera economía de Asia.

Cómo China derriba las ventas de Apple

Esta misma madrugada el gigante de EEUU ha admitido los resultados de un informe sobre sus cifras en China: caen sus ventas un 19% y pierde el liderazgo en China. De hecho, cae hasta el tercer puesto y el cuarto, Huawei, le pisa los talones. Apenas conserva el 15% del mercado, cuando lo lideraba hace solo un año superando el 20%. China ha encarecido los materiales y dificultado el acceso a los mismos para las empresas extranjeras pero, sobre todo, se ha encargado de hacer menos atractiva la tecnología que no controla. Anunció que Apple tendría que eliminar aplicaciones de su tienda si quería seguir operando en China, y hace menos de una semana desaparecieron, entre otras, Wathsapp o Telegram. El Gobierno de Xi Jinping es celoso de los datos chinos, como lo es EEUU con los de sus conciudadanos, y no quiere que estén en aplicaciones externas. EEUU elimina Tik-Tok, y China le devuelve el golpe. El problema es que el impacto en la cuenta de resultados se nota más en el lado occidental.

Bruselas es consciente de esta guerra, igual que es consciente de que las empresas consideran que Europa se está quedando fuera de juego debido a su exceso de ‘buenismo’. Tienen que cambiar las políticas, y por eso presentarán una normativa que permita sobrevivir a las compañías industriales europeas, particularmente frente al «derribo de precios por parte de China»

El problema de su implementación pasará por la negociación con EEUU. Existe un enfado evidente en el seno de la Comisión con las políticas proteccionistas del presidente Biden, pero la realidad es que, a pesar de lo que quisiera Francia, Europa no es capaz de articular una respuesta común. Por eso, en el borrador que maneja Bruselas, las medidas van encaminadas a elevar los estándares extranjeros para permitir su entrada en Europa, y no a vetar la entrada. Se entiende que, de esa manera, China debería subir sus precios perdiendo competitividad y, al mismo tiempo, se alcanzaría un buen entendimiento con EEUU.

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