Banca

El BCE cuestiona la idoneidad de Dancausa para presidir Bankinter al haber sido CEO durante 14 años

El supervisor único europeo quiere que los presidentes de bancos tengan la consideración de independientes

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María Dolores Dancausa, CEO de Bankinter.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La propuesta de nombramiento de María Dolores Dancausa como presidenta no ejecutiva de Bankinter se ha topado con las reticencias del BCE (Banco Central Europeo), según fuentes conocedoras de la situación. La razón es que el supervisor único europeo quiere que los presidentes de bancos tengan la consideración de independientes, algo que no cumple Dancausa, al haber ocupado el puesto de consejera delegada desde hace 14 años. Y Bankinter necesita contar con la autorización del supervisor para poder nombrarla en la junta del 22 de marzo.

Este dilatado mandato impide a Dancausa tener dicha calificación de independiente y la obliga a ser considerada como externa. «Al BCE no le gusta nada que alguien pase sin solución de continuidad de un cargo ejecutivo a la presidencia, aunque sea no ejecutiva. Considera que va contra los principios de buen gobierno que ha establecido para el sector en toda Europa», explica una de las fuentes.

Otra añade que «lleva mucho tiempo y, en el fondo, pertenece al mismo círculo de gestión, que es el de Jaime Botín. En el BCE lo entienden como una continuidad de la gestión actual y creen que Dancausa seguiría teniendo el mando. Ellos querrían a alguien ajeno, alguien con reputación pero que no haya estado en el día a día de Bankinter». Por eso, Unicaja ha fichado a alguien ajeno a la entidad, José Sevilla, para el mismo puesto.

Estos principios no aparecen en una norma de obligatorio cumplimiento, pero el BCE los suele exigir a todas las entidades. En lo que más hincapié hace al respecto es en que las entidades dividan su cúpula entre un presidente no ejecutivo y un consejero delegado ejecutivo, algo en lo que fue pionero el propio Bankinter con el nombramiento de Pedro Guerrero como presidente no ejecutivo. Pero el supervisor también quiere que ese presidente no haya ocupado cargos ejecutivos en el mismo banco y que tenga condición de independiente, requisitos que no cumple Dancausa.

Un portavoz de Bankinter aseguró que no han recibido indicaciones de oposición ni de cuestionamiento del nombramiento por parte del BCE.

Estas reticencias no presuponen que finalmente dé su visto bueno al nombramiento, aunque sentaría un precedente para otras entidades europeas, algo que prefiere evitar. En todo caso, el reloj corre para Bankinter, que ha convocado la junta general de accionistas que debe nombrar a Dancausa para el 22 de marzo. Antes de esa fecha, debe contar con la aprobación (lo que se denomina fit and proper) del BCE; en caso contrario, no podrá nombrarla presidenta.

Agravio comparativo

Bankinter cuenta con otro argumento a su favor: que los dos grandes bancos españoles tienen presidentes ejecutivos  y, además, ambos relacionados con la gestión del presidente ejecutivo anterior: Ana Botín en el Santander y Carlos Torres en el BBVA. Por tanto, sería un agravio comparativo que el BCE tolere esta situación y no el nombramiento de la presidenta propuesta por Bankinter.

Sin embargo, las fuentes consultadas explican que esos nombramientos se hicieron antes de la aplicación de estos criterios de gobernanza del BCE y serían muy complicados de deshacer. Por el contrario, lo de Bankinter sería una nueva designación contraria a esos criterios, ya bien implantados, y que generaría otro problema innecesario que se sumaría a los arrastrados del pasado.

Al BCE tampoco le ha gustado demasiado que Bankinter no le comunicara oficialmente la propuesta antes de anunciarla públicamente. Según el diario Expansión, ello puede hacer que la autorización se retrase más de lo habitual en estos casos. Y como se ha dicho, el reloj corre en contra de la entidad.

Menos problemático es el visto bueno del supervisor europeo al nombramiento de Gloria Ortiz como consejera delegada en sustitución de Dancausa, ya que se trata de una prestigiosa ejecutiva que ha ocupado diversos cargos desde que entró en Bankinter en 2001 y cuya designación no afecta al control de la entidad.

Jaime Botín

Este control está en manos de Jaime Botín, que posee más del 23% del capital. Hay que recordar que Botín dejó la presidencia del banco en 2002 y cedió su asiento en el consejo a su hijo Alfonso. Posteriormente, en 2010, se descubrió gracias a la conocida lista Falciani que había mantenido una participación del 7,85% en el capital de Bankinter oculta durante años en el HSBC de Ginebra. Eso le costó una multa de 300.000 euros y la inhabilitación para ocupar cargos directivos.

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