Caso Bankia

Bankia: ¡la gran estafa!

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Bankia

«Pues, como organización criminal, con todos sus ingresos y activos derivados del crimen de los impuestos, el Estado no puede poseer ninguna propiedad justa», Murray Rothbard.

“¡Todos somos Bankeros!” Este era el lamentable eslogan de una Bankia que en junio de 2011, estaba tan sólo a un mes de su salida a Bolsa. Un eslogan cargado de engaño, que en cuanto lo vi en todas las paradas de autobuses de la ciudad,¡no me auguró nada bueno!

Más de 7 años después, arranca el juicio sobre esa fatídica salida a Bolsa, un juicio que, a día de hoy, se ha convertido en el mayor escándalo de la historia reciente de España y la mayor estafa vivida por este país, la cual nos ha costado a todos los contribuyentes españoles, la friolera de 23.465 MM€, y sin olvidar que fue en gran parte causante del rescate de España por la UE por un importe de 100.000MM€ que se necesitamos allá en 2012 para sanear de manera definitiva el sector financiero español y de ese modo arruinar a miles de familias, víctimas de esta gran vergüenza: ¡la salida a bolsa de Bankia!

La inmoralidad de Bankia debe escandalizarnos para tratar de comprender como sociedad que el factor corruptivo del poder es uno de los principales lastres al que como ciudadanos nos enfrentamos diariamente. Bankia es sólo una pieza de un gran puzzle a comprender, puesto que quedarnos con la cabeza de turco, sin entender las verdaderas circunstancias de fondo que subyacen de dicha estafa, así como sentir una triste empatía por las personas estafadas: es banal y muy simple.

La quiebra de Bankia nace claramente en el estallido de la burbuja financiera del ladrillo, y tal como nos explicó Hyman Minsky, el desarrollo de toda burbuja transcurre en siete etapas, que van del planteamiento de la misma, ¡a su estallido final! pasando por su auge como consecuencia del crédito fácil. Es en las etapas de recalentamiento y euforia, cuando la codicia se impone a toda razón y la corrupción hace mella, dando pie a que cualquier cosa sea válida para formar parte de dicha burbuja.

La reestructuración del sector financiero español, ha sido brutal en la última década. Todos recordamos las calles de España llenas de oficinas de cajas de ahorros y bancos, ¿qué queda de todo ello? muy poco, ¿y porqué? simple: el sistema de cajas de ahorro español ha quebrado y prácticamente no quedan cajas.

El motivo principal de la diferencia entre cajas y bancos, parte claramente de que los bancos rinden cuentas a sus accionistas y las cajas no. Salvando por supuesto, el escándalo del Banco Popular, ¡otra joya!

Podemos decir, por lo tanto, que las consecuencias de la burbuja degeneraron en un proceso corruptivo enorme, en el que algunos promotores pagaban cuantiosas comisiones a políticos y/o jefes de zona de cajas de ahorro, a cambio de metros cuadrados de edificación y financiación. Esta degeneración de la maravillosa profesión que es construir viviendas, provocó un total de 300.000MM€ de crédito al promotor, que hasta el año pasado, los bancos tuvieron que absorber como consecuencia de su impago. Bankia es sólo la cabeza de turco de un proceso corruptivo masivo en

España, que debería hacernos reflexionar sobre el nivel cultural, educativo y sobre qué modelo económico queremos para nuestro país. La corrupción debe de erradicarse, reduciendo el Estado a la mínima expresión. El poder es corrupto y su poder coercitivo, no puede ocultar la necesidad de liberalización que España necesita. El segundo punto que debemos valorar tras el escándalo de Bankia, es el peso que ostenta en el poder el sector financiero. Habida cuenta que vivimos en un sistema capitalista, no hace falta que les diga, que tener las llaves de la financiación es paradójico. La banca, tal y como se demostró en las ampliaciones de capital del Popular y en cierto modo, en la salida a bolsa de Criteria (Caixabank), concurre en grandes conflictos de interés, que deberían estar legislados señores.

Una entidad financiera no debería poder realizar una campaña de captación de capital entre sus clientes. ¡Ser verdugo y funerario no es compatible! puesto que cuando la necesidad aprieta, la tentación de cambiar créditos y ahorros por capital, es irresistible para ellos.

En nuestra historia quedará la sentencia del caso Bankia como el mayor escándalo financiero español y una de las mayores estafas habidas. Pero a vuestra reflexión invito más allá del morbo, para hacer autocrítica de las dramáticas consecuencias de una burbuja que se desencadena por no tener un modelo económico sostenido y liberal que incentive la iniciativa privada económica (que no la especulativa) y los peligros que de la concentración de poder se derivan. Espero que esta lección sea bien aprendida por todos, puesto que quedará una gran herida pública de los 23.465MM€ que nos ha costado Bankia a todos los españoles, pero la realidad, oculta 300.000MM€ de crédito al promotor que también señores: ¡hemos pagado todos los españoles! Sólo me queda a mi crítica añadir, que hoy lo que nos corresponde como parte implicada, no es echarnos las manos a la cabeza por esta desvergonzada estafa, sino exigir a nuestros dirigentes de una vez por todas que este incidente, ¡no se vuelva a repetir jamás! No dejemos que como decía López de Ayala, el hecho de que esta estafa sea enorme, les de derecho a que tome un nombre decente. Así que desde aquí les pido que dejen de servirse de la común ignorancia, estupidez y superstición de la humanidad, y empiecen a demostrarnos responsabilidad política.

Gisela Turazzini
CEO, Blackbird

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