Los bancos de inversión arropan a Cellnex tras su débil inicio de año en Bolsa
Tras el flojo comienzo de la acción de Cellnex este año en Bolsa -llegó a anotarse caídas de hasta el 17% en el corto trayecto recorrido en 2022-, esta semana los analistas de diferentes bancos de inversión han dedicado una lluvia de comentarios positivos al operador de torres de telecomunicaciones español que parecen tener como intención poner en valor el sólido modelo de negocio del grupo y sus perspectivas de crecimiento.
Varios factores han confluido en los últimos días para penalizar la cotización de la compañía y del sector en general. La potencial normalización de la política monetaria tras los avisos de subidas de tipos por parte de la Fed no han sentado bien a los inversores que apuestan por este sector, caracterizado por un uso intensivo del capital para invertir en infraestructuras, lo que les lleva a apalancarse considerablemente.
En el caso de Cellnex, además está la deriva de las compras de torres en Europa, transacciones que requieren ampliaciones de capital de gran tamaño o emisiones de bonos. La empresa invirtió nada menos que 9.000 millones de euros en operaciones de crecimiento en 2021 en Francia, Países Bajos o Polonia, tras captar 7.000 millones en los mercados financieros el pasado abril. Es obvio que si los bancos centrales empiezan a endurecer la política monetaria, el precio que impondrá el mercado para acceder a su financiación será más elevado.
«Los inversores ven con recelo el incremento de sus niveles de endeudamiento, al estimar que el coste de la deuda pueda lastrar los resultados financieros», apunta Darío García, analista de XTB.
Además, el escenario de la industria actual difiere bastante del que había en 2015, cuando Cellnex abrió la caja de Pandora con su salida a Bolsa y comenzó su carrera por los activos de telecomunicaciones. En otras palabras, el volumen de mercado futuro que puede estar disponible no se prevé tan grande como entonces.
«También debemos de tener en cuenta el impacto económico que puede desencadenar para la entidad española la negativa hace semanas del regulador británico sobre la adquisición de las torres de Hutchison, cuya operación está valorada en más de 11.000 millones de euros», comenta Diego Morín, analista de IG, que espera un castigo bursátil mayor si la transacción no sale adelante. Concretamente, cree que si sigue cotizando por debajo de la barrera psicológica de los 50 euros, podría acercarse nuevamente a los mínimos de abril de 2021 en torno a 42 euros.
Reacción en cadena
Todas estas incertidumbres se han reflejado últimamente en el precio de la acción, pero, curiosamente, firmas como Bank of America, Berenberg, Credit Suisse o CaixaBank han coincidido en la última semana emitiendo informes en los que elogiaron sin reservas a Cellnex y restaron importancia a estos temores.
Es más, incluso Berenberg destacó que la mala evolución reciente frente al sector en Europa y Estados Unidos -del 30% desde que la cotización del grupo marcó máximos históricos a finales de agosto pasado- está haciendo que su valoración se sitúe «en los niveles más atractivos en años respecto a sus competidores». Por ello, ve potencial en los títulos ante la expectativa de un 2022 agitado en términos de fusiones y adquisiciones. Según CaixaBank, que ratificó también esta semana su recomendación de comprar y subió el precio objetivo a 66,30 desde 66,10 -lo que representa un potencial alcista del 58%-, la compañía genera 0,08 euros de valor por cada euro invertido en operaciones corporativas.
Cellnex sigue siendo uno de los valores preferidos de Berenberg, por lo que reiteró su recomendación de comprar y su precio objetivo de 79 euros. Considera que su negocio es «estructuralmente atractivo» porque ofrece un «crecimiento orgánico resistente y fuerte» y cuenta con un equipo directivo sólido, que atesora una trayectoria contrastada en la creación de valor y una «inteligente asignación de capital».
Ni siquiera el miedo a las secuelas del tropiezo con la autoridad de competencia de Reino Unido le asusta al banco alemán, unos temores que considera «exagerados» porque cree que extrapolar esta decisión a otros países carece de fundamento. «Europa ya ha asistido a la emergencia de mercados de torres que son básicamente duopolios (por ejemplo, Italia) o en los que Cellnex ha adquirido dos de las tres principales carteras de torres (por ejemplo, Portugal y Suiza)», arguye Berenberg.
Como recordaba en otro informe publicado esta semana Bank of America, el proceso de compras «es una maratón y no un sprint». La entidad subrayó que la industria de las telecomunicaciones todavía tiene que vender activos para reducir su deuda, liberarse de inversión para impulsar el flujo de caja y desplegar la tecnología 5G y conectar torres con fibra para satisfacer la creciente demanda de los usuarios, todos ellos servicios que presta Cellnex.
Bank of America incidió en que la empresa española cotiza con un descuento del 10% respecto al sector europeo y de entre el 20% y el 25% frente al americano en términos de rentabilidad de flujo de caja libre recurrente. Como resultado, decidió subir el precio objetivo de Cellnex a 66 euros desde 64.
Para Credit Suisse, Cellnex es el actor mejor posicionado en Europa y cree que la reanudación de las compras de torres este año podría ser un «catalizador» para la acción, «especialmente porque la compañía ha venido reiterando su apetito por las fusiones y adquisiciones». En concreto, ve margen para varias operaciones pequeñas en los países nórdicos y Austria, pero tampoco descarta otras de mayor escala. Algunas de ellas las espera en el corto plazo.
Cellnex tiene costumbre de acompañar la presentación de sus cuentas trimestrales con el anuncio de operaciones corporativas, por lo que habrá que estar muy pendientes el 25 de febrero, cuando publicará resultados de 2021.