SECTOR ENERGÉTICO

Así operaban las empresas satélite de EiDF: la red de famosos inversores que no compraban directamente

Así operaban las empresas satélite de EiDF: la red de famosos inversores que no compraban directamente
Jose de la Morena
  • Jose de la Morena
  • Jose de la Morena, periodista especializado en economía desde hace más de 15 años, desarrolla su labor en el campo de la comunicación desde el prisma de las tendencias, los números y resultados de las distintas compañías. Una tarea que le ha llevado a conocer a fondo el mundo empresarial. Ha trabajado también en comunicación corporativa y como asesor para distintas marcas internacionales e institucionales.

La compra de acciones de EiDF sin acudir al mercado, sino a través de sociedades que manejaba Óscar Antonio Romero, se filtró al entorno de numerosos inversores tecnológicos, del mundo de la restauración, la hostelería y el fútbol, entre otros muchos. De hecho, algunos de ellos como Cayetano Quintana Sergio Sánchez, llegaron a invertir dinero la compañía, según la información a la que ha tenido acceso OKDIARIO. Otros, también vinculados a ese mundo, prefirieron no seguir con la operación tras conocer las formas en que se llevaban a cabo: «Yo me salgo», dijeron, «esto huele a chiringuito».

En los contactos para lograr accionistas a los que ha tenido acceso a OKDIARIO, se encuentran grandes figuras del sector tecnológico, financiero y, además, deportivo. Cayetano Quintana, Caye, hablaba con el hermano del presidente de EiDF, Óscar Antonio Romero, y recomendaba la entrada en el negocio a distintos compañeros, «en base a su experiencia positiva». No necesariamente de mala fe, sino movido por un retorno real que había obtenido, Caye comentaba a sus amigos los beneficios de comprar una acción por debajo de su precio de mercado, y que EiDF te recomprara después las acciones más caras. Como hemos contado en OKDIARIO, Romero ofrecía en distintas reuniones a grandes inversores comprar paquetes a través de distintas empresas de su entorno, dando como aliciente un precio inferior al del propio mercado, de manera que «había una ganancia inmediata», y si no, la propia empresa «quedaba en recomprarte las acciones después». Ya hubo ciertas suspicacias cuando, a la hora de redactar los contratos, nadie aseguraba esa recompra. En esos mismos mensajes, tras conocer la forma en que se operaba, un famoso ex futbolista se sale del grupo.

El propio ex futbolista explica que no tiene sentido que nadie ofrezca «una compra de esa manera, porque no se están comprando acciones, sino dando dinero a sociedades». De hecho, en ese mar de dudas a la hora de invertir, llega a recomendar a sus compañeros que no entren al negocio, o «que consigan que el propio Óscar Antonio Romero les firme un aval y una garantía». Algo que les dé tranquilidad por si la sociedad donde estaban invirtiendo desapareciera con el dinero. Nadie soluciona sus dudas y se sale del grupo con un escueto «me salgo, esto huele a chiringuito».

Pese a que se disculpará con Caye más tarde por llamarlo «chiringuito», volverá a expresar sus dudas y no volverá a aparecer en ningún intento de captación de fondos del entorno de los Romero y EiDF.

Tiempo después, cuando tras invertir «no llegó ningún tipo de acreditación» de que fueran propietarios de las acciones, algunos intentaron recuperar su dinero. Caye hablaba con Óscar Antonio Romero, confiando en que se recuperaría el dinero «porque tenemos su palabra».

Dentro del sector tecnológico y empresarial a muchos les pasó igual. Tras varias reuniones en un restaurante céntrico de Madrid, algunos no vieron claro cómo debía de entrarse, y prefierieron dejar la operación, aunque otros reconocen «haberse quedado pillados». Situación que ha conocido también de «primera mano el que fuera auditor» de EiDF, PwC, según fuentes consultadas por este diario, y que hicieron saltar en parte sus alarmas.

Sea como fuere, la realidad es que salirse ha resultado no ser igual de fácil. Dos sociedades encargadas de todo esto, Huelva Capital y Albujón, no han devuelto lo invertido a muchos de los que trataron de ganar ese dinero de forma rápida, según cuentan a OKDIARIO aportando la documentación. Y no son solo esas dos empresas; más de 10 empresas tienen algún vínculo con Óscar Antonio Romero o EiDF, o directamente enlazan de uno a otro.

En algunos casos, estas empresas han devuelto un montante que en nada se parece a lo que se invirtió, apenas un 30% en el mejor de los casos, en «concepto de participación en EiDF», descontando las caídas y las comisiones. Cuando quienes reciben estas transferencias piden los comprobantes de compra y venta de esos paquetes accionariales en su nombre, «no vuelven a obtener respuesta». Una serie de movimientos que preocupan tanto al auditor de EiDF como a sus principales accionistas.

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