Así debes guardar el dinero que no vas a utilizar en 10 años: el truco de un experto financiero
Los fondos de inversión mixtos ofrecen un buen equilibrio entre riesgo y rentabilidad
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En el mundo de la planificación financiera, una de las preguntas más habituales es cuánto dinero en efectivo hay que tener en la cuenta bancaria. Aunque la respuesta puede variar según las circunstancias individuales, hay ciertos principios que se aplican a la mayoría de las personas a la hora de guardar el dinero. Mantener un equilibrio adecuado entre el dinero destinado para gastos diarios, un fondo de emergencia y el ahorro para objetivos específicos es esencial para garantizar una buena gestión financiera. Gestionar el dinero no se trata sólo de cubrir gastos inmediatos, sino también de planificar para el futuro sin perder de vista la rentabilidad.
Otro aspecto a considerar al mantener grandes sumas en una cuenta corriente es el límite del Fondo de Garantía de Depósitos en la Eurozona, que sólo cubre hasta 100.000 euros por titular en caso de quiebra bancaria. Por ello, es recomendable diversificar y repartir el dinero en distintas entidades financieras. Según la OCU, si se supera este límite, ara el corto plazo, los depósitos a plazo fijo ofrecen seguridad, aunque con rentabilidad limitada. En el largo plazo, la inversión a cinco o diez años puede generar mayores beneficios, aunque conlleva ciertos riesgos.
El mejor sitio para guardar el dinero
El punto de partida para determinar cuánto efectivo deberías tener en la cuenta bancaria es calcular los gastos mensuales habituales. Esto incluye el alquiler o hipoteca, servicios básicos, alimentación, transporte y cualquier otro gasto recurrente. Además de tus gastos mensuales, es recomendable mantener un pequeño colchón equivalente al 10% de los gastos mensuales puede ser suficiente.
Uno de los pilares de una buena planificación financiera es contar con un fondo de emergencia. Este fondo debería cubrir entre tres y seis meses de gastos esenciales. Por ejemplo, si tus gastos mensuales son de 1.500 euros, necesitarías entre 4.500 y 9.000 euro en tu fondo de emergencia. Este dinero hay que mantenerlo en una cuenta de ahorro.
Además de los gatos del día a día y del fondo de emergencia, es importante ahorrar para metas específicas a corto plazo, como unas vacaciones o un coche nuevo. Para calcular los objetivos a corto plazo, los pasos a seguir son:
- Define tus metas y establece un plazo.
- Determina el costo aproximado.
- Divide el coste total entre los meses restantes hasta la fecha objetivo para calcular tu ahorro mensual necesario.
Riesgos de mantener demasiado efectivo
Aunque guardar dinero es esencial para la estabilidad financiera, tener demasiado efectivo también tiene sus inconvenientes. El principal riesgo es la pérdida de poder adquisitivo debido a la inflación; la inflación anual promedio oscila entre el 2% y el 3%. Esto significa que, si tu dinero gana menos intereses que la tasa de inflación, su valor real disminuirá con el tiempo. Imagina que tienes 10.000 euros en una cuenta de ahorro con un 3% de interés anual. Si la inflación es del 5%, al cabo de un año tu dinero habrá perdido 2% de su valor real.
Opciones de inversión
Si ya tienes cubiertos tus gastos diarios y tu fondo de emergencia, y además cuentas con ahorros para tus metas a corto plazo, es hora de considerar qué hacer con el dinero que no necesitas en los próximos cinco o diez años. Algunas de las opciones de inversión son las siguientes:
- Bonos del gobierno: proporcionan ingresos fijos y tienen menor riesgo que las acciones.
- Fondos de inversión mixtos: una cartera equilibrada, como un fondo 60/40 (60% acciones y 40% bonos), puede ofrecer un buen equilibrio entre riesgo y rentabilidad.
- Certificados de depósito a medio plazo: Ofrecen tasas de interés competitivas sin exponer tu dinero al riesgo de mercado.
- Renta variable: si tienes dinero que no planeas usar en al menos 10 años, invertir en renta variable puede ser una excelente opción. Históricamente, el mercado de valores ha ofrecido rendimientos promedio superiores al 7% anual.
Para inversiones a largo plazo, la diversificación es clave. Distribuir el capital entre acciones, bonos y otros activos reduce el riesgo y mejora las posibilidades de obtener una rentabilidad constante. Esto permite amortiguar las fluctuaciones del mercado y proteger el portafolio ante posibles pérdidas en un sector específico.
Además, es fundamental mantener una visión a largo plazo, evitando decisiones impulsivas ante la volatilidad del mercado. Contar con el apoyo de un asesor financiero puede ser una gran ventaja, ya que ayuda a diseñar una estrategia adaptada a tus objetivos y tolerancia al riesgo, maximizando el potencial de las inversiones.
En definitiva, gestionar el efectivo en las cuentas bancarias es un aspecto clave para la salud financiera. Desde cubrir los gastos diarios hasta planificar metas futuras y protegerse contra la inflación, cada paso es esencial para construir una base sólida. Al guardar el dinero, el equilibrio es fundamental: mantener suficiente efectivo para las necesidades inmediatas y de emergencia, mientras haces que el resto de tu dinero trabaje para ti a través de inversiones seguras y rentables. Con una estrategia bien planificada, estarás en el camino hacia el éxito financiero.