Aceite

Alerta con este aceite que consumimos sin parar en España: tu salud está en peligro

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Botella de aceite.
Blanca Espada

La alimentación es un aspecto crucial en nuestra vida diaria, y la mayoría de las veces no prestamos la debida atención a los ingredientes que forman parte de nuestros productos habituales. Entre esos ingredientes, el aceite de palma ha ganado protagonismo, especialmente en los últimos años, debido al aumento en los precios de aceites como el de oliva o el de girasol. Este cambio en el mercado ha llevado a que el aceite de palma, conocido por su elevado contenido en grasas saturadas, se haya convertido en una alternativa económica y accesible. Sin embargo, su popularidad tiene un costo en términos de salud.

Desde hace más de un año, la inflación ha encarecido ciertos productos básicos, y el aceite de palma ha pasado de ser un ingrediente común en productos procesados como la bollería y las galletas, a convertirse en una opción frecuente para cocinar en los hogares. Este cambio puede parecer inofensivo, pero el aceite de palma no es la opción más saludable. No sólo es un ingrediente cuestionable desde el punto de vista nutricional, sino que su producción tiene un impacto ambiental significativo. La cuestión de fondo aquí es si el ahorro a corto plazo que representa el aceite de palma justifica los posibles riesgos para nuestra salud a largo plazo y más, si hacemos tenemos en cuenta un estudio reciente que ha revelado nuevos y preocupantes datos sobre el efecto del aceite de palma en el cerebro y, en particular, su relación con enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple.

Según los investigadores, este aceite puede convertirse en una sustancia tóxica dentro del sistema nervioso, afectando las células neuronales y agravando los síntomas de esta enfermedad. Estos hallazgos nos llevan a cuestionar aún más el uso extendido de este aceite en nuestra dieta y sus posibles consecuencias para la salud en general.

Alerta con este aceite que consumimos

El aceite de palma contiene un alto porcentaje de grasas saturadas, un tipo de grasa que ha sido vinculado con problemas cardiovasculares y otras enfermedades crónicas. Estas grasas pueden afectar negativamente el sistema cardiovascular y el metabolismo, aumentando el riesgo de enfermedades relacionadas con la obesidad y la inflamación crónica. Además, el aceite de palma es un ingrediente altamente procesado, que pasa por diversos tratamientos químicos y mecánicos para su refinamiento, lo que puede afectar aún más sus propiedades nutricionales.

Este tipo de aceite también tiene efectos específicos sobre el cerebro y el sistema nervioso. Según un estudio reciente publicado en la revista Glia, una dieta rica en aceite de palma podría empeorar los síntomas de la esclerosis múltiple. Los investigadores descubrieron que ciertas enzimas transforman este aceite en un compuesto tóxico que afecta las mitocondrias, las estructuras encargadas de suministrar energía a las neuronas. Sin suficiente energía, las células nerviosas no pueden funcionar correctamente, lo que podría contribuir al deterioro progresivo de las personas que padecen esta enfermedad.

La relación del aceite de palma con la esclerosis múltiple

La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune caracterizada por el daño a la vaina de mielina, una capa protectora de las neuronas. Aunque los tratamientos actuales se enfocan en controlar la respuesta inmunitaria del cuerpo, los mecanismos exactos de la neurodegeneración en esta enfermedad todavía no se conocen del todo. La reciente investigación sobre el aceite de palma añade una nueva pieza a este rompecabezas, señalando una vía metabólica específica mediante la cual este aceite puede empeorar los síntomas de la esclerosis múltiple.

El equipo de investigación, dirigido por la científica Patrizia Casaccia, descubrió que las enzimas CerS5 y CerS6 convierten el aceite de palma en una sustancia tóxica conocida como ceramida C16, la cual daña las mitocondrias en las células neuronales. Estas mitocondrias son esenciales para el funcionamiento de las neuronas, y su deterioro puede llevar a una mayor progresión de la esclerosis múltiple. Aunque este hallazgo es preliminar y necesita más estudios para confirmar su aplicabilidad en humanos, resalta la importancia de las elecciones dietéticas en la evolución de esta enfermedad y en la salud cerebral en general.

¿Qué productos tienen aceite de palma?

La Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU) ha señalado que el aceite de palma se encuentra en una amplia gama de productos que consumimos a diario. Entre ellos se incluyen galletas, margarinas, salsas, helados y otros alimentos procesados. Además, este aceite también se usa en productos de cuidado personal y limpieza, como jabones, detergentes y cosméticos. La razón de su popularidad radica en que es un ingrediente barato y versátil, aunque sus beneficios económicos no compensan sus riesgos para la salud y el medio ambiente.

Además de los alimentos, el aceite de palma también se emplea en biocombustibles y otros productos oleoquímicos. El hecho de que se utilice tanto en nuestra dieta como en productos no comestibles resalta lo extendida que está su presencia en nuestro entorno. Aunque en teoría podríamos evitar consumirlo de forma directa, su uso generalizado en muchos productos hace que evitar el aceite de palma sea una tarea difícil.

Otras consecuencias del aceite de palma

Más allá de la salud, el aceite de palma también plantea serios problemas medioambientales y sociales. La producción masiva de este aceite ha llevado a la deforestación de amplias áreas de selva tropical, especialmente en países como Indonesia y Malasia, que son los principales productores a nivel mundial. La expansión de las plantaciones de palma aceitera ha tenido un impacto devastador en la biodiversidad, amenazando a especies en peligro de extinción y contribuyendo a la emisión de gases de efecto invernadero. Además, las condiciones laborales en estas plantaciones son frecuentemente criticadas por violar los derechos humanos y exponer a los trabajadores a prácticas laborales abusivas.

Entonces, aunque la demanda de aceite de palma ha crecido significativamente debido a su bajo costo y su versatilidad, esta tendencia tiene un alto costo tanto para la salud como para el planeta. Organizaciones de todo el mundo han empezado a cuestionar la sostenibilidad de esta industria, y muchos consumidores buscan alternativas más ecológicas. Sin embargo, la transición hacia opciones más sostenibles y saludables no es sencilla, ya que requiere cambios en los hábitos de consumo y en la política alimentaria.

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