Tebas, desesperado por las audiencias y la oferta a la baja de Movistar
Este año Javier Tebas debe presentar un nuevo acuerdo para la venta centralizada de los derechos de la Liga en España. El presidente de la Liga está de los nervios porque más de un tercio de las personas que en 2018 pagaban religiosamente por ver el fútbol ya no lo hacen. Sin Messi, ni Ramos ni ninguna superestrella mundial en el horizonte, el valor de la competición que rige desde 2013 ha caído en picado.
Los números no mienten. De las 3,7 millones de personas que tenían contratado el fútbol cuando se firmó la anterior venta centralizada quedaron 2,4 millones a final de la pasada temporada. Se trata de una caída de más de un 36% y lo más preocupante es que tanto Movistar como Orange lo han notado en sus carteras hasta el punto de que promocionar que han integrado otras plataformas como HBO o Netflix es más prioritario que dar publicidad al balompié.
El resultado es que de los 3,9 millones de clientes que posee Movistar sólo la mitad –no llega a dos millones– paga por ver el fútbol dentro de la plataforma. Por otra parte, Orange, el segundo gran operador que da fútbol en España tras la renuncia de Vodafone, sólo consigue que el 75% de sus 675.000 clientes pague por una Liga de Tebas que luego da audiencias paupérrimas salvo que jueguen Real Madrid o Barcelona.
Tal es la crisis que vive el fútbol español en lo referente a audiencias que es la única de las cuatro grandes Liga Europeas que en la temporada 2019-20 –todavía con Messi y Ramos– perdió audiencia respecto al año anterior cayendo un 15% interanualmente con una media de 259.432 espectadores por encuentro.
La Premier creció un 9% en ese mismo periodo para registrar una media de 875.095 espectadores por partido, mientras que la Bundesliga (596.695) y la Serie A (473.312), gracias a la irrupción de Dazn –mucho más barata que los 150 euros que cuesta de media en Movistar–, crecieron un 19% y un 189%, respectivamente.
Tebas se ofrece a otras plataformas
Tebas está atento a todos estos movimientos y su objetivo es regalar a plataformas como Netflix o Amazon algunos partidos para conseguir reflotar unas audiencias que son sencillamente paupérrimas. El presidente de la Liga quiere reflotar su competición sacándole los cuartos a Movistar y Orange, pero ahora no existe como en otras épocas la amenaza de una Mediapro que tiene serios problemas de credibilidad –tras su espantada en Francia– y de tesorería tras pedir un préstamos gubernamental.
El contrato que sustenta el dominio de Tebas sobre 39 de los 42 clubes de Primera División está más en riesgo que nunca. El objetivo de conseguir 980 millones de euros por temporada –lo que se firmó la última vez– parece más que improbable y en el seno de la Liga manejan como un triunfo conseguir 800. A nadie le sorprenderá que el presidente de la Liga eche la culpa a Florentino Pérez y la Superliga de un mal acuerdo económico por ‘generar turbulencias a la competición’ cuando es cada vez más evidente que el producto que vende interesa menos a todos los implicados.