Liga Santander: Barcelona - Eibar

Sin Messi no hay paraíso

Barcelona y Eibar empataron 1-1 en el Camp Nou en el partido correspondiente a la jornada 16 de la Liga Santander. Kike García adelantó al cuadro armero y Ousmane Dembélé hizo el tanto de la igualada

Barcelona

El Barcelona no pasó del 1-1 frente al Eibar en un partido en el que volvió a faltar eficacia de cara a gol. Los de Ronald Koeman fallaron un penalti y vieron como le anulaban un tanto por fuera de juego de Braithwaite. Kike García aprovechó un error garrafal de Araújo para hacer el primero del cuadro armero y Ousmane Dembélé, que le cambió la cara a su equipo, firmó el tanto de la igualada.

El cuadro azulgrana tenía que cerrar ante el año frente al Eibar. Un 2020 extraño, marcado por el coronavirus, por las pifias deportivas y por Leo Messi. El argentino no estaba contra el conjunto armero por tener más días de vacaciones de Navidad y Ronald Koeman tenía que confeccionar un once sin el rosarino y sin Jordi Alba, que cumplía sanción por ciclo de tarjetas. De esta forma, Ter Stegen estaba en la portería y por delante una línea de cinco defensas formada por Dest, Araújo, Lenglet, Mingueza y Junior. De Jong y Pjanic actuaban en el doble pivote y por delante de ellos, Pedri, Griezmann y Braithwaite como hombres más adelantados.

Los hombres de Ronald Koeman saltaron al terreno de juego y les costó sentirse cómodos sobre el verde mientras su capitán, Leo Messi, les observaba desde la grada. El argentino quiere un proyecto para decidir que continua en el Barcelona y con partidos como este no le va a costar mucho escoger su futuro. A los pocos minutos sonrió el ’10’ cuando vio como Alberola Rojas señalaba un penalti, tras revisarlo en el monitor, favorable a los azulgranas. Bigas dio una patada a Ronald Araújo y no existían dudas. Balón al punto de cal y Martin Braithwaite que cogía carrerilla.

Dmitrovic se hacía grande en la portería y los nervios pudieron al delantero danés, que mandó fuera, por varios centímetros, el penalti. Primera desgracia para el ex del Leganés. Respondió el Eibar con un disparo de Inui, uno de los futbolistas más destacados del cuadro de Mendilibar, pero su chut, tras un regate exquisito a Mingueza, fue muy fácil para Ter Stegen. Y es que los armeros, insistieron bastante por su banda izquierda con el japonés y con Rafa Soares, buscando algún centro que pudiese mandar al fondo de la portería un Kike García que no conseguía ganar por arriba a la zaga azulgrana.

Al Barcelona le costaba salir con el balón. En parte, gracias a la presión del Eibar y por otro lado porque con un portero y cinco defensas, la mayoría de las veces más del 50% del equipo estaban por detrás del esférico. Pedri quería hacer sus virguerías, pero sólo tenía por delante a un Griezmann que sigue en su línea y a Braithwaite. De hecho, de un pase en profundidad del canario a Junior llegó el primero de la tarde en el Camp Nou. El ex del Betis centró y Braithwaite, de primeras, mandó el cuero a la jaula. Tras tirar los puntos de fuga en la sala VOR, la tecnología anuló, por milímetros, el tanto del danés. Segundo palo para el delantero culé.

El Barcelona perdona al Eibar

Seguía el Barcelona buscando el romper el resultado inicial y Dest y Junior se dedicaron a tirar centros entre la defensa y el portero, pero Braithwaite no llegaba a meter la puntera para hacer el primero. Mientras, el Eibar esperaba que sonase la flauta con sus ataques por la banda izquierda, pero no encontraban la fórmula. Lo más peligroso que tuvo que parar Ter Stegen fue una falta potente que lanzó Kadzior al centro de la portería. Dmitrovic, poco trabajo también. El guardameta armero vio como antes del descanso un disparo desde la media luna de Antoine Griezmann se iba a metros de su portería.

A la vuelta del intermedio Ronald Koeman decidió hacer un cambio. Ousmane Dembélé, que regresaba a la convocatoria, entraba por Sergiño Dest. Al Barcelona le hacía falta velocidad y el holandés fue capaz de verlo. Cuatro minutos tardó el francés en probar fortuna, aunque su disparo colocadito desde la frontal del área no cogió el efecto suficiente para colarse por la escuadra. El Mosquito revolucionó el partido y un minuto después caracoleó dentro del área, pero lo más peligroso llegó con la posterior volea de Pjanic que también se perdió lejos del arco de Dmitrovic.

En la que intervino el ex guardameta del Alcorcón se lució. Pedri se saca de la chistera una asistencia que deja a solo a Dembélé y, en el mano a mano, Dmitrovic se la para con el pie. Tuvo el 1-0 el francés y un minuto después veía como subía el 0-1 al electrónico gracias a Kike García. Error garrafal de Araújo, que la pierde ante el delantero del Eibar y permite que controle hasta plantarse en un uno contra uno frente a Ter Stegen y el ariete español no falla, acercando a su equipo a una victoria histórica en el Camp Nou -nunca ha ganado en el feudo del Barça-. Ahí queda clara la falta de contundencia y de efectividad de la que se queja Ronald Koeman.

Dembélé resucita al conjunto culé

No tardó en igualar la contienda el cuadro azulgrana tras una buena jugada colectiva en la que un Junior que no estaba jugando bien hasta el momento, puso un centro que se paseó por todo el área hasta llegar al segundo palo, donde apareció Ousmane Dembélé para sacarse un disparo cruzado al que nada pudo hacer Dmitrovic. Justo antes del tanto, Koeman hacía un doble cambio: entraban Coutinho y Trincao por Griezmann y Pjanic. Otra oportunidad que desaprovechaba el de Macon. Una más. Ni sin Messi sobre el verde fue capaz de ser ese futbolista determinante por el que el Barcelona pagó 120 millones de euros.

Comenzaba a atisbarse un segundo gol de los culés y a punto estuvo de llegar de rebote. Un balón colgado al que llegó Dmitrovic antes que Braithwaite pudo costarle caro a su equipo. El guardameta serbio metió los puños y la bola chocó en el pecho del atacante, con tan mala fortuna para él y buena para el arquero armero, que el rechace se marchó por línea de fondo rozando el palo. Los minutos pasaban y los de Mendilibar comenzaban a ver con muy buenos ojos el punto que podía sacar del Camp Nou, por lo que dieron un paso atrás sin perder la confianza de montar un contra con la que coger desprevenido al Barcelona.

De esta forma, encerrados, cada vez se acercaba el minuto 90 y el Barça ya no encontraba tantos espacios para penetrar en el área y poner en problemas a Dmitrovic. Koeman decidió quitar a Lenglet y meter a Sergio Busquets para dar un poco de consistencia a la medular y posteriormente a Pedri por Riqui Puig, pero nada surtió efecto. Ni los tres minutos de añadido, ni una ocasión clarísima de Trincao en el último suspiro fueron suficiente para que el Barcelona se llevase tres puntos que hubieran sabido a oro. Los azulgranas se dejan dos puntos, a Coutinho lesionado en el tiempo extra y una sensación de que eliminar al PSG en la Champions será una odisea.

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