Simeone encuentra en Marcos Llorente a su nuevo Raúl García
Desde 2015, cuando Raúl García abandonó el Atlético de Madrid, el Cholo Simeone no tenía un futbolista parecido al navarro, aunque ahora parece que lo ha encontrado en Marcos Llorente
El Cholo Simeone ya tiene una de las piezas que echaba de menos desde que se marchó Raúl García. Se trata de Marcos Llorente, que atraviesa un gran momento de forma, comenzando a afianzarse en el once del Atlético de Madrid y dando la impresión de que en un futuro nadie le podrá mover de ahí.
Marcos Llorente está de dulce, eso no hay quien lo dude. El futbolista madrileño es, si no el mejor, uno de los que en más forma ha llegado de toda la Liga tras el confinamiento. El centrocampista siempre ha destacado por su condición física, y tras el parón por el coronavirus no ha defraudado al cuerpo técnico ni al propio Simeone. Dos partidos tras la reanudación del campeonato y ya suma un gol y dos asistencias, pero sus actuaciones han ido más allá de esos datos estadísticos.
Y es que en el regreso a los entrenamientos, en la fase de los grupales, el Cholo Simeone comenzó a experimentar con el madrileño. El que siempre había sido un mediocentro defensivo adelantaba su posición hasta la mediapunta. Como aquella ya lejana noche de Champions en la que el Atlético perdía 2-0 frente al Liverpool y consiguió darle la vuelta al marcador gracias a los dos goles y una asistencia del que será recordado como el héroe de Anfield: Marcos Llorente.
Durante la preparación antes de reanudarse la Liga, el Cholo Simeone insistió en esa nueva posición de Marcos Llorente. Por detrás del delantero, aunque en ocasiones doblándole, presionando arriba, luchando en los balones aéreos y participando en la distribución del juego. A los aficionados del Atlético les vendrá un nombre a la cabeza cuando piensan en estas funciones. No es otro que Raúl García.
Tanto contra el Athletic como frente a Osasuna lo demostró, siendo ante este último rival el mejor de los ejemplos. Un gol y dos asistencias de Marcos Llorente en tan solo treinta minutos sobre el verde de El Sadar. Su tanto, una demostración de insistencia y lucha para superar a tres rivales antes de batir a Rubén. Las mismas virtudes desempeñó en las asistencias a Álvaro Morata y Carrasco.
Desde 2015, cuando Raúl García fichó por el Athletic, le faltaba una pieza así al Cholo Simeone. Y es que el navarro se convirtió por derecho propio en un jugador indispensable por su entrega, lucha y carácter para el técnico argentino, como lo pudieron ser también Gabi o Tiago en la medular colchonera. Cierto es que el sacrificio y compromiso en Llorente es innegociable, aunque en carácter es más comedido que un Raúl García acostumbrado a protestar a árbitros y ‘engancharse’ con cualquier rival.