El Real Madrid alarga su hegemonía con un nuevo título de Liga
El increíble Llull, MVP de la final
El Real Madrid es el macho alfa del baloncesto español. El equipo blanco ha cambiado la concepción del juego elevándolo al espectáculo y también a la efectividad. Cinco años y 12 títulos contemplan al equipo de Pablo Laso, devoto de un estilo preciosista, pero cuyos resultados son incontesbles. El Barça no pudo remontar el factor cancha que consiguieron los blancos en el segundo partido de la final de la Liga Endesa y suman una nueva derrota ante el equipo de Laso, que no cae en una final con los culés desde la temporada 2013/14.
El Barcelona comenzó con máxima concentración, intentando reeditar aquella final de 2012 en la que Marcelinho ganó el primer partido con un triple sobre la bocina y acabaron por ganar 3-2 con un triunfo en el cuarto partido en el Palacio. Los culés castigaron a los blancos en la zona con un Tomic imperial. El 8 de 10 en tiros de dos al término del primer cuarto evidenciaba que el plan le había salido a la perfección a Xavi Pascual disfrutando de un 19-26 favorable.
Los azulgrana incrementaron su renta hasta los 11 puntos al inicio del segundo cuarto y Pablo Laso rompió su rotación prevista para terminar por acabar con todos los fantasmas del pasado. Sacrificó a Hernangómez y alineó a Nocioni junto a los cuatro magníficos españoles –los Sergios, Rudy y Felipe– para dar la vuelta al choque en un visto y no visto con un parcial de 17-4. El Barcelona se vio obligado a un gran esfuerzo defensivo para no perder comba con un Madrid que alcanzó su velocidad de crucero.
Dentro de ese Real Madrid desatado, emergió la figura de un sobresaliente Sergio Llull para mantener al Palacio enchufado y al Barça al borde del abismo. Satoransky y Navarro, sin embargo, no habían dicho su última palabra. El capitán del Barcelona ejerció de metrónomo culé repartiendo juego –siete asistencias– y manteniendo intacto su instinto asesino –14 puntos–.
Los locales entraban en el último cuarto con siete puntos de ventaja, pero pensando más en gestionar la ventaja que en atacar. Un error ante un Barça que no podía especular ni lo más mínimo. Sin embargo, aparecieron dos actores secundarios en el duelo como Sergio Rodríguez y Trey Thompkins que, con sus triples, reventaron la oposición culé. 14 tantos decisivos aportaron cada uno.
El Barça confió a la desesperada el balón a un Tomic que no estuvo a la altura de lo esperado en los momentos calientes y que falló dos canastas que podrían haber dado una mínima alternativa a los culés. El Madrid pudo entrar sin apuros y tranquilo en el minuto final –recordemos que no es la especialidad de los de Laso– para saborear un nuevo título que se suma a los 11 que ya poseía el equipo en los últimos cinco años. Estos datos reflejan que estamos ante una hegemonía del Real Madrid en el baloncesto español y quizá continental.