Paula Badosa se despide de su año más doloroso: «Muchas cosas me marcaron el corazón»
La tenista no juega desde WTA 1.000 de Pekín el pasado mes de septiembre
Su año fue de más a menos marcada por las lesiones
El padre de Alcaraz contesta a Ferrero: «Cada uno es libre de opinar con lo que sepa»
Paula Badosa no ha tenido un año fácil. La tenista quiso hacer balance en redes sociales de lo que ha vivido este 2025, donde pasó de soñar con un regreso al estrellato por la puerta grande a tener que despedirse de la temporada antes de tiempo por las lesiones que tanto daño le han hecho a nivel emocional y profesional.
En enero, la ilusión estaba por las nubes llegando a unas semifinales de un Grand Slam por primera vez. Plantó cara a su amiga y número uno del mundo, Aryna Sabalenka, en el Open de Australia. En ese entonces, Paula pensaba que su cuerpo le había devuelto la ilusión de competir después de dos años en una espiral de problemas en la espalda que tanto le hizo sufrir en el pasado. Sin embargo, aquel discurso apenas pudo sostenerse.
En abril los fantasmas volvieron cuando confesó que sufría una hernia en una de sus vértebras, lo que le molestaba a la hora de entrenar y jugar los partidos. En Wimbledon se quedó en primera ronda e hizo hasta cinco abandonos este año ante la imposibilidad de poder competir al 100%. Sin duda, la imagen más dolorosa llegó en Pekín cuando tuvo que retirarse entre lágrimas. Una decisión que más tarde vino acompañada de que decidiera dar por terminada la temporada hasta 2026.
Su última aparición fue en la World League Tennis este mes de diciembre en la India, donde pudo volver a coger la raqueta sin la presión de que fuera una competición oficial. Es por ello que, a pocos días de terminar el año, Paula Badosa se abrió en canal para valorar cómo le ha servido para madurar y seguir hacia delante.
La carta de Paula Badosa
“Este año me cambió. Pasaron muchas cosas que me marcaron el corazón: personas que fallaron, promesas que no se cumplieron y momentos que dolieron más de lo que imaginé. Pero también llegaron personas maravillosas, de esas que aparecen para recordarte que aún hay luz, apoyo sincero y amor real.
Cada caída me enseñó algo, cada decepción me hizo más fuerte y cada momento vivido dejó una huella. Aprendí a soltar sin rencor, a agradecer lo bueno y a seguir adelante incluso cuando no tenía fuerzas.
Sobre todo, aprendí que lo más importante es saber quién eres, mantenerte fiel a ti mismo y caminar con el corazón limpio. Aprendí a dar amor sin esperar nada a cambio, porque cuando amas desde la verdad, ya estás ganando.
Hoy puedo decir que crecí. Que aprendí de cada experiencia, de cada lágrima y de cada sonrisa. Sigo aprendiendo todos los días, sanando poco a poco y convirtiéndome en una mejor versión de mí. Este año no fue fácil pero fue necesario, y por eso siempre tendrá un lugar especial en mi vida. A ver qué depara este 2026… ¡Feliz Navidad y Año Nuevo a todos!»
Temas:
- Paula Badosa
- Tenis