Octava renovación y subida de sueldo de Messi desde 2005
Leo Messi lleva en la élite 14 temporadas vistiendo la camiseta del Barcelona. En ese tiempo, el argentino ha firmado ocho renovaciones de contrato que le han llevado a convertirse en el jugador mejor pagado del mundo. De aquel Messi que firmó con Joan Laporta su primer contrato como profesional del primer equipo al actual vemos una tremenda evolución en las cifras del mejor jugador de la historia culé.
Messi firmó en el verano de 2005 un contrato como jugador del primer equipo culé después de haber participado en siete partidos de Liga y de haber marcado un golazo de vaselina que llamó la atención de todo el mundo. El Barça se asustó viendo el fenómeno que tenían entre manos y después de que Leo jugase el Mundial Sub-20 con Argentina en ese mismo verano le mejoraron el salario, vaya que el chico pensase en marcharse.
Conforme la figura de Ronaldinho empezó a declinar, la de Messi creció exponencialmente en un Barça que en enero de 2007 volvía a subirle el salario a Messi. En esta ocasión, Laporta condicionó esa subida a un incremento en la cláusula de rescisión, que pasó a situar en 150 millones. Hizo bien, porque dos años después, el Real Madrid ficharía a Cristiano por 100 kilos, demostrando que nada es imposible.
Messi siguió incrementando sus números y títulos. Llegó el primer Balón de Oro, la era dorada de Guardiola y cómo no su cuarta renovación en 2008. Al año siguiente, una vez logrado el sextete con Pep, Messi daría otro estacazo firmando en 2009 un contrato que le vincularía hasta 2016. Su cláusula subió a 250 millones, su sueldo superó por primera vez los 10 millones anuales y todo era de color de rosa. Messi salía a renovación por año.
La llegada de Sandro Rosell enfrió un poco las relaciones del clan Messi con la directiva y en lugar de dar premios al jugador año a año se empezó a pensar más en el largo plazo. La sexta renovación llegó en diciembre de 2012 –casi cuatro años después y en plena cresta de la ola culé– y apenas se mejoró su sueldo en 1,5 millones.
Ese trato pareció no satisfacer mucho a un Messi que antes del Mundial de Brasil logró una ampliación más acorde a su estatus. Incrementó su contrato hasta el verano de 2018 y pasaría a cobrar 20 millones limpios. Tras saber que Neymar podría estar cobrando más que Leo, el jugador argentino pidió una mejora que finalmente se ha rubricado en este último contrato histórico.
Messi cobrará los próximos tres años 42 millones limpios por temporada, además su cláusula sube hasta los 700 millones tras ver cómo este verano el PSG pagó sin despeinarse los 222 de Neymar. Los números de las renovaciones de Leo dejan claro que el Barcelona es un magnífico pagador. Aquí no se aplica el clásico dicho de que la pela es la pela. Con Messi, no se mira la cartera.