El nuevo presidente tiene un dilema con Dembélé
Ousmane Dembélé será uno de los marrones del nuevo presidente del Barcelona. Acaba su contrato en 2022: renovación o venta el próximo verano
Quién lo diría algunos meses atrás, Ousmane Dembélé ha comenzado a sacar a relucir con el Barcelona parte de lo se pagó por él hace más de tres años, cuando explotó en el Borussia Dortmund y el club decidió pagar por él una millonada para frenar a los competidores. La apuesta del club fue fuerte. De primeras, se pagaron de golpe 105 millones de euros que incluían un buen número de variables con un chico que había cumplido recientemente los 20 años. A día de hoy, aquel fichaje ha costado ya 130 millones y, de cumplir alguna variable más, ese pico puede ir aumentando…
Es ahora, en uno de los peores momentos deportivos del Barcelona en los últimos tiempos, cuando Dembélé está mostrando ese potencial que andaba oculto entre lesiones y conductas impropias del profesionalismo (impuntualidad, alimentación…). Es cierto que ciertos problemas físicos han impedido que el jugador agarre cierta continuidad en los últimos años, pero no ha sido hasta ahora cuando su presencia en el once se ha convertido en una plena necesidad más que una posibilidad.
Paradójicamente, la nueva explosión de Dembélé y su nuevo papel protagonista en esta era culé genera un dilema determinante en el Barcelona. El futbolista tiene contrato con el club hasta 2022, lo que resta de temporada y otra campaña más. Al parecer, tal y cómo apuntan en Sport, la dirección deportiva blaugrana ya habría tanteado en las últimas semanas con el francés y su agente la posibilidad de ampliar su contrato, aunque estos de momento no han escuchando la proposición que se les iba a plantear.
Así, se abre en los próximos meses una situación delicada. Si el jugador no está dispuesto a renovar con el Barça, la próxima temporada iniciar la última con los culés contractualmente hablando. Eso, en términos de mercado, genera la necesidad de buscar una venta este próximo verano antes de caer en la posibilidad de que el futbolista termine marchándose gratis en el verano de 2022 o a un precio más que reducido en enero del mismo año. Este es el marrón que se debe comer el nuevo presidente del Barcelona.
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Joan Laporta –como claro favorito pese a las decisiones de la Generalitat–, Víctor Font o Toni Freixa deberán tomar una decisión con respecto a Dembélé cuando tomen posesión del cargo tras las elecciones. Son muchas las decisiones que debe tomar el candidato electo una vez se concrete su victoria en febrero o marzo, cuando finalmente se decidía el día del voto. Messi, Koeman, un plan económico… hay muchos marrones en el Barça en estos momentos y lejos de ir desapareciendo, se unen algunos más como este de Dembélé.
Así, la nueva directiva culé deberá abordar desde el primer día el dilema Dembélé: renovación o traspaso. El jugador se ha ganado de un tiempo a esta parte el derecho a ser tenido en cuenta, y en un buen escalafón, en el plano deportivo. Las intermitencias de Leo Messi, el bajón de Griezmann y su incapacidad de ser decisivo y la lesión de Ansu Fati han colocado una alfombra para el aguijón del galo.
Las lesiones le están respetando y su estado físico está dando puntos y alegrías a Koeman que ha cambiado radicalmente su parecer con el francés del verano a este punto de la temporada. De hecho, el trato que se le dio durante el verano puede tener mucho que ver con su decisión de no renovar. El técnico holandés no estaba convencido de su nivel y de cómo iba a recuperarse de su lesión, por lo que accedió a que se le buscara una salida si eso permitía fichajes como el de Memphis Depay. Se arregló un préstamo con el Manchester United con la condición de que Dembélé renovara y éste dijo no.
Desde entonces, su importancia con el equipo ha ido creciendo hasta tal punto que ha sido determinantes en varios partidos, el último ante el Cornellá en Copa del Rey donde, pese a fallar un penalti, su aportación fue clave para sellar el pase de ronda y estar en octavos de final. Un gol y un pase que dejó solo a Pedri y permitió el gol de Braithwaite. Hay motivos de sobra para apostar por su renovación, aunque de decantarse por la venta, equipos no faltarán.
En la situación financiera del Barça, cualquier inyección económica es un alivio y la posibilidad de sacar un importante pellizco por Dembélé está sobre la mesa. La decisión será de la nueva directiva y en qué términos intenta o no convencer al futbolista para que renueve. Si se ve obligado a una venta, el Manchester United sigue en escena y otros clubes como Bayern de Múnich, Chelsea o Juventus también han sondeado su situación.