Fórmula 1

McLaren-Honda cede a la presión y regresa a vicios del pasado

Jenson Button durante la tercera jornada de test en Barcelona (Getty)
Jenson Button durante la tercera jornada de test en Barcelona (Getty)
Ignacio L. Albero

Tomando como ejemplo el lema adulterado de Tag Heuer, su ex patrocinador, no se rompe sin presión. El real, sin modificación de autor, habla de no ceder bajo presión. McLaren-Honda siguió inflándose a vueltas como un chino a arroz pero sin tener ningún tipo de intimidación competitiva. Al final, el cereal se ha cebado demasiado y en la chimenea del McLaren hubo fumata blanca. 253 giros después, el MP4-31 huele a barbacoa.

El cliché deportivo de “ni antes éramos tan malos, ni ahora somos tan buenos” le va al McLaren que ni el Chandon de pegatina en su negro grafito. Dos jornadas y medio de test han equivalido a casi cuatro grandes premios sin romperse con la misma unidad de potencia. Un tímido logro que para McLaren-Honda tiene el mismo valor que para VOX entrar en pacto de Gobierno: supremo.

Los cientos de agoreros que se han reunido en Twitter y Facebook para dar el pésame socarrón al V6 Turbo japonés se han visto sorprendidos por el motivo de la humareda: una fuga hidráulica. El evidente indicio de parrillada no ha sido tal, por lo que Georgie Dann puede irse con sus chuletas a otra parte. Jenson Button no ha roto su unidad de potencia. O eso dice la versión oficial de Honda…

McLaren se rompe; Mercedes, a lo suyo

De la tediosa jornada poco se puede rescatar más allá de un repetitivo ‘Mercedes sigue dando miedo’. La flecha plateada sigue imparable hacia el centro de la diana. No necesitan exhibiciones de rendimiento para saber que volverán a estar en lo más alto del podio con asiduidad. Ferrari tiene la pelota en su tejado, ahora de color blanco. Volvieron a realizar un programa corto, sin excesos de vueltas (78) y centrado, a priori, en el rendimiento de su SF16-H. Tercer mejor tiempo, 1’25″977, y 78 vueltas. Les sorprendió su ‘satélite’, Haas, que fue segundo con un 1’25″874.

Carlos Sainz puso la sonrisa española del día al rodar sin parar 161 vueltas tras dos días de terapia con la almohada en Toro Rosso. La ‘no publicidad’ en su monoplaza les está dando la misma importancia estos días que una pachanga de domingo entre jubilados. Los problemas de las primeras jornadas parece que han desaparecido y ya comienzan a encontrar la correspondencia idónea entre fiabilidad y rendimiento. 

Force India, con su VJM09 continuista, parece que cambió el turrón por el café en invierno para hacer buena la bestia alemana que tiene en su interior. Sergio Pérez fue tercero el martes; Hulkenberg hoy es primero. Renault volvió a romperse en manos de Kevin Magnussen y Red Bull firmó su peor día de testing. Ni maratón ni 100 metros lisos.

Así las cosas, las dudas que parecían lejanas de Woking en este 2016 vuelven a merodear el box de McLaren-Honda. Este domingo 28 es la fecha tope para homologar ante la FIA el motor que correrá en Australia. El sacrificio de potencia en beneficio de la fiabilidad se ha quedado en un medio ‘gatillazo’. Todavía tienen tiempo para que todo no se quede en un espejismo de vueltas sin sentido. No sabremos cómo será la vida cuando dentro de una semanas, como cantaba Queen, estén ‘under pressure’.

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