El Madrid encarrila el factor cancha (88-81)
El Real Madrid superó (88-81) al Zalgiris Kaunas para encarrilar el ‘factor cancha’ de cara a los ‘playoffs’ de la Euroliga, un choque directo que sonrió a los blancos en el WiZink Center con el liderazgo de Facu Campazzo, los puntos de Fabien Causeur y el paso al frente de Felipe Reyes.
Los de Pablo Laso ganaron la batalla por la cuarta plaza, la cual defienden (17-11) a dos jornadas para el final de las cuentas. Con la ventaja ya confirmada en caso de empate con los otros tres implicados, aunque aún igualado con un Panathinaikos que también ganó este jueves, ante Maccabi, y pendiente de lo que haga el Khimki en esta jornada 28.
Vislumbra el camino de los favoritos un Madrid que tuvo que remar y mucho para volver a ganar tras caer el martes ante Valencia Basket. Tras un mal segundo cuarto, el Madrid se ordenó sobre todo en defensa y cumplió con la faena mejor guiado por Campazzo que por Luka Doncic en su regreso tras lesión, con Causeur como desatascador (14 puntos) y con un Reyes (16 puntos) vital ante la ausencia del lesionado en Valencia Gustavo Ayón.
La pizarra de Laso en el suelo del tiempo muerto y su camino enfurruñado hacia el túnel al descanso no engañaban a nadie. Fue el guion de los lituanos el que mandó en la primera mitad, sin un resultado definitivo eso sí (41-44). El Madrid no aprovechó un inicio fallón de su rival en el primer cuarto (19-16) ni despegó en el luminoso cuando pudo.
Fue un amago en el inicio del segundo parcial. Reyes y Doncic abrieron una pequeña brecha (32-24) que se evaporó en la desconexión local. Ni Campazzo ni Doncic supieron penetrar en la defensa de un Zalgiris bien sacudido por Jasikevicius desde la banda y que tomó las riendas con seis puntos de Kavaliauskas y tres triples de Milaknis.
Un parcial de 2-13 desordenó a los blancos y Laso lo dejó claro en ese tiempo muerto poco antes del descanso. Sin embargo, la intensidad del Madrid en la reanudación volvió a ser la adecuada para igualar la batalla. Campazzo y Causeur arreglaron la mala estadística del triple local y la defensa dio el ritmo de juego que gusta en el Palacio (61-56).
Los toques de atención de Jasikevicius lograron despertar a Pangos y su vital dirección, unido al acierto de Jankunas, para un Zalgiris que sólo pudo sobrevivir sin hacer daño. Una pequeña renta de cinco puntos, muro insalvable, con Reyes mejorando a Tavares y rescatando a los suyos de la ausencia de Ayón, bastó para tensar la cuerda lituana hasta que se rompió en un triunfo clave del Madrid.