Luca Zidane asienta la cabeza

Luca Zidane asienta la cabeza
Luca Zidane está creciendo a pasos agigantados.
Iván Martín

Luca Zidane ya es ese portero al que La Fábrica lleva formando desde que comenzase se aventura en las categorías inferiores del Real Madrid en el año 2004. La cantera madridista siempre ha tenido muchas esperanzas puestas en un guardameta que demostró condiciones desde un principio. Siempre tuvo condiciones, desde que se puso por primera vez bajo palos a los seis años con la camiseta del Madrid, pero durante este tiempo también ha mejorado su técnica.

Luca cuenta con un portentoso físico. Mide 1,81 metros y posee mucha agilidad y potencia. Eso venía de serie. También ha ido puliendo año a año su dominio con los pies. Al fin y al cabo lo lleva en los genes. Es complicado ver a un guardameta que maneje tan bien esa faceta como él. El segundo de los Zidane es capaz de romper líneas defensivas desde su propia portería. Por lo tanto, sólo le faltaba una cosa por mejor: su cabeza.

Esa que le ha dado varios disgustos durante su carrera y la que le llevó a ver el primer tramo de la temporada con el Castilla desde el banquillo. Luca habitualmente ha pecado de temerario. Es su forma de entender el juego. En cuanto el equipo ataca Luca adelanta líneas convirtiéndose en el primer defensa del equipo. Lo ha hecho durante toda su carrera, pero el nivel ha ido ascendiendo y los fallos penalizan cada vez más.

«Estamos ante el Luca más maduro»

Luca comenzó el curso como titular, pero falló ante la Real Sociedad B en el estadio Alfredo di Stéfano. Después, Zidane le reclamó para el primer equipo y sin darse cuenta perdió el puesto en detrimento de Carlos Abad. El canario iba cumpliendo y no había motivos para cambiar. Por ello, Luca, aún en edad juvenil, se tenía que conformar con jugar la Youth League con el equipo de Guti.

En esta competición alternó grandísimas actuaciones, como ante el Sporting de Lisboa en Portugal, con errores groseros que, aunque nunca costaron puntos, sí le colocaron en el foco mediático en diferentes ocasiones. Y aquí es donde Luca ha demostrado que está hecho de otra pasta. Lejos de hundirse, algo que le podría haber pasado a cualquier joven de 18 años, decidió optar por trabajar y demostrar que está llamado a ser un portero de futuro.

Luca Zidane
Luca Zidane durante un partido. (Instagram)

En silencio. Sin poner un mal gesto. Ha ido trabajando hasta volver a recuperar su sitio. Frente al Real Unión, en el segundo partido de la primera vuelta, Solari decidía ponerle de titular. Nunca más le movería del sitio. En este tiempo, el filial sólo ha caído derrotado en una ocasión y ha hecho intervenciones de mucho mérito. La última frente al Fuenlabrada salvando dos puntos vitales para que los blancos alcanzasen la zona de playoffs. En los últimos minutos de contienda se hacía enorme bajo palos para salvar un mano a mano que dio un buen susto al filial.

Luca Zidane ya no sólo es un portero con unas condiciones envidiables, también es un jugador que ha dado un salto mental muy importante. Solari no duda en asegurar que están ante el Luca más «maduro» que él ha conocido. «Yo he estado con él el año pasado en el Juvenil A y ha pegado un salto. Es otro portero respecto al año pasado. Esta división te curte rápido, porque lo chicos tienen que dar un salto de madurez que les va a permitir dar el salto para jugar en Primero», aseguraba el entrenador castillista tras el duelo frente a los fuenlabreños.

Ahora, Luca tiene por delante dos retos muy importantes. El primero es seguir manteniendo este gran nivel bajo palos para que el Castilla continúe creciendo. Por otro lado, debe ser uno de los pilares del Juvenil A en la UEFA Youth League.

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