Horner abre la puerta de Red Bull a Sainz: «Hoy ha ganado un piloto desempleado…»

El teléfono de Carlos Sainz debe estar ardiendo este domingo después de su fenomenal victoria en la carrera del Gran Premio de Australia. Todo el mundo se ha acordado hoy del español, incluso algunas de las personas que se han visto más perjudicadas por su resultado. Uno de ellos es el jefe de Red Bull, Christian Horner, que tuvo que retirar el coche de Max Verstappen en la vuelta 3/58 después de ser adelantado por el propio Sainz y que ha abierto la puerta de par en par al fichaje del todavía piloto de Ferrari.

Horner fue preguntado por la planificación de cara al año que viene, en el que Sergio Pérez no tendrá contrato con la escudería austriaca y Verstappen podría marcharse a Mercedes en busca de la estabilidad que le ha arrebatado todo el escándalo generado alrededor de su jefe. Su respuesta no tiene pérdida, pues ahora más que nunca queda claro que Red Bull ya se ha fijado en Sainz, el único piloto capaz de ganar carreras ajeno a su equipo.

«Basándonos en una actuación como esa, no se puede descartar ninguna posibilidad», afirmó Horner sobre Sainz, al que catalogó como «némesis». «La carrera de hoy la ha ganado un piloto desempleado, por lo que el mercado es razonablemente fluido», insistió el británico acerca de la probabilidad de ofrecer un vínculo al madrileño, que ya sabe lo que es para pilotar con Red Bull

Lo hizo durante su etapa en Toro Rosso, precisamente junto a Verstappen. En aquella época se convirtió en el único compañero capaz de derrocarle y actualmente volver a compartir garaje con el holandés ya ha dejado de ser una simple opción. «Queremos tener la mejor pareja de pilotos, y a veces hay que mirar fuera», sentenció Horner en declaraciones que recoge The Guardian.

Horner se fija en Sainz… y él va a lo suyo

Sainz, ajeno a todo esto aparentemente, completó una de sus mejores carreras en la Fórmula 1. Lejos de desmotivarse por esa operación de apendicitis que le costó perder todos los puntos en el GP de Arabia Saudí, el de Ferrari se centró en su recuperación con la esperanza de llegar a tiempo a la cita en Melbourne.

Finalmente, lo logró y el pasado viernes ya se puso ver a Sainz subiéndose al SF-24 para las dos primeras sesiones de entrenamientos. El sábado hizo lo propio y dio el primer paso hacia su triunfo del domingo con una actuación espectacular en la clasificación. Carlos lideró la Q1 y la Q2 y en la Q3 sólo un mal tercer sector le impidió llevarse la pole por delante de Verstappen.

Nuevamente, sin rechistar ni poner una mala cara, el madrileño se enfocó en la carrera. Su casilla de salida era privilegiada, pues iba a luchar por la victoria desde la primera línea de la parrilla junto al campeón, al que se le iban a acumular los problemas ante un titánico Sainz.

Después de una salida limpia, Sainz no dejó que Verstappen se escapara de costumbre y se arrimó lo máximo posible con la idea de intentar adelantarle en la segunda vuelta con el DRS abierto. Cuando lo consiguió, allá por la curva 7 del siempre entretenido circuito de Albert Park, el humo se adueñó del monoplaza del holandés, que se tuvo que ir directo hacia el garaje de Red Bull para evitar generar mayores problemas.