Histórico Alcaraz: vence a Ruud y se corona en Miami
Carlos Alcaraz conquistó el Masters 1000 de Miami con sólo 18 años, después de vencer en la final al noruego Casper Ruud (7-5, 6-4)
El misil de Alcaraz a ¡164 km/h! que dejó sentado a Ruud
El dinero que se lleva Carlos Alcaraz por ganar el Masters 1.000 de Miami
La historia del tenis mundial escribe una nueva página, que apunta a ser el comienzo de una era ilusionante y de disfrute a partes iguales, gracias a la explosión definitiva de un talento sin parangón llamado a acumular las mayores gestas, y que para colmo vuelve a ser español. Carlos Alcaraz se proclamó este domingo, 3 de abril de 2022, campeón del Masters 1000 de Miami, después de batir (7-5, 6-4) en una dura pugna al noruego Casper Ruud, espectador de lujo y meritorio finalista en un partido trascendental para explicar lo que se viene con la perla de El Palmar, de 18 años y 335 días, para los próximos años.
Las luces que alumbran a las grandes joyas de nuevo cuño del tenis mundial dejarán de alumbrar a Alcaraz, un niño prodigio que ha seguido los pasos correctos, saltando los escalones de dos en dos hasta coronarse en Miami con el desparpajo acorde de su edad y la suficiencia de aquel que lleva toda su vida gestionando situaciones de presión al máximo nivel. La nueva joya de España ya es un campeón mayúsculo al que no hay que catalogar como sensación, sino como realidad capaz de seguir dando tardes de gloria, desde ya y hasta el infinito, a un público –mal–acostumbrado por otros campeones desde hace ya muchos años.
Carlos logró coronarse en Miami, donde Nadal nunca ha podido hacerlo pese a llegar hasta en cinco ocasiones al partido por el título, con una nueva victoria mayúscula, en este caso ante Casper Ruud. El noruego, aún en edad de ser considerado como tenista de futuro, aventaja en casi cinco años a Alcaraz, un rara avis que está completando una irrupción que no veíamos a nivel mundial desde Rafa y que no esperábamos en España nunca más.
Alcaraz tiene los mejores golpes imaginables, todos ellos aún con margen de mejora, pero su cabeza, ese arma prodigioso y que maltrata de cara a la opinión pública a tantos otros talentos de la ATP, recuerda a la de grandes campeones como Rafa. La batalla no comenzó de cara y Ruud golpeó primero con un break que le lanzaba hasta el 1-4 en el marcador. Carlos erraba más de la cuenta y la derecha no le corría como en otros partidos, pero comenzar por debajo ya había sucedido ante Tsitsipas o Kecmanovic y acabó tornando en victoria del murciano. Se repetiría la historia.
Remontada de campeón
Ante un Ruud que se ha hecho un hueco como tenista de tierra batida, antes de dar el salto, también en su caso muy meritorio, hacia los mejores del mundo, Carlos pudo dominar los intercambios, sabedor de que la potencia la pondría él, mientras Casper aguantaba para contragolpear ante el mínimo error del rival. Así había construido su ventaja, pero así, también, se le desmontó el castillo de naipes al nórdico.
Alcaraz quebraba para empatar la contienda antes de un desenlace apretado y ahí, su superioridad de fondo se hizo patente en una pista propicia para su juego. La inercia era muy positiva en el lado del español, extramotivado por la presencia de Juan Carlos Ferrero y lanzado por el break previo, que se sumaba a un segundo que acabaría siendo clave para cerrar el set. Ruud se resistió teniendo incluso una pelota para mandar la decisión al tie-break, pero el servicio de Carlos apareció para poner el lazo a la manga y quedarse a sólo una de la gloria en Miami.
Lanzado en el segundo set
Hablábamos de la inercia, tan importante en el tenis, un deporte en el que lo mental lleva a cotas insospechadas a aquellos que dominan esta faceta. Alcaraz es un elegido en estas lides y el haber ganado el primer set provocó un efecto de lanzadera para él y anulatorio para su rival, un Ruud que no sabía qué hacer para superar a una máquina, ya sin fallos, en el otro lado de la pista.
Después de la victoria en el primer set llegaba el primer break en el segundo, la consolidación, y el segundo break, que sentenciaba el partido. Carlos había despertado como una bestia tras comenzar a remolque y completaba un parcial de 9-1 ante un desdibujado rival. Las derechas, alguna a más de 160 km/h, se complementaban con un revés a la altura de los más grandes. Y todo, con una fortaleza mental de auténtico elegido. Un cóctel que sólo podía derivar en el título.
Alcaraz se corona en Miami
Sin embargo y pese a sus molestias físicas y tenísticas, Ruud no había dicho la última palabra. Se acercaba el cierre del partido y Carlos, que también es humano, vivió un momento de relajación que le hizo perder uno de los quiebres, pero la ventaja era tan mayúscula como su repertorio tenístico y ello le hizo mantenerse en el encuentro, con ventaja y en disposición de sellar una victoria histórica para el tenis español.
Con 5-4 favorable, Alcaraz comenzó el juego que podría llevarle a la gloria. Un punto de servicio, un fallo del rival y otro punto de servicio. El mal fario español en Miami quedaba evaporado para siempre con una volea majestuosa que encumbra a un auténtico elegido que, recién cumplida la mayoría de edad, asciende a lo más alto del tenis con su primer Masters 1000. Carlos Alcaraz Garfia campeón de Miami.