Hamilton se proclama tricampeón de Fórmula 1

La carrera que certificó el tercer título de Lewis Hamilton en la Fórmula 1 fue memorable para todos aquellos que la consiguieron terminar. Un Gran Premio que asemejó a una baraja de naipes en las manos de un niño, con pilotos que pasaban de estar en el podio virtual a caer fuera de los puntos. Esa locura hizo que Fernando Alonso remontara de la decimonovena plaza hasta la quinta para luego perderla por problemas de motor; Carlos Sainz salió el último y concluyó sexto. Luego le penalizaron por correr de más en el paddock con cinco segundos y acabó octavo.

Esa locura de carrera estuvo controlada en todo momento por un Hamilton que fue el más oportunista. El británico revalidó su título a lo grande, sin especular y enfrentándose a todos y cada uno que intentaron quitarle el liderato. Ricciardo y Kvyat en condiciones de mojado, Vettel y Rosberg en seco, pusieron en jaque su alirón en tierras norteamericanas. El piloto jamás perdió la compostura y arriesgó como el que más para conseguir el triunfo. Fue el primero de los favoritos en poner neumáticos de seco y el último en cambiar ese juego para el sprint final.

La batalla no se limitó a la cabeza. En la primera curva, Massa se llevó puesto a Fernando Alonso cuando iba sexto pinchando la rueda al asturiano y relegándole a la penúltima posición de la carrera. Como una hormiguita, el bicampeón remontó plaza a plaza, sabiendo aprovecharse de los despistes de sus rivales de la zona media. Cuando quedaban 11 vueltas para el final, el español se encontraba en una increíble quinta plaza. Se retiró el safety car y todo se torció. Primero fueron sus neumáticos y después el motor lo que traicionó a un Alonso que acabó con un cruel final fuera de los puntos tras verse adelantado por Ricciardo en la última vuelta.

“El resultado no lo refleja, pero puedo decir con absoluta tranquilidad que ha sido mi mejor carrera en años”, dijo el español. Alonso vio mejorías en su McLaren, pero la fiabilidad en los últimos giros hizo que cayera hasta la posición legítima de su equipo esta temporada.

Quien sí acabó en los puntos fue Carlos Sainz, tras firmar una carrera llena de carácter, llegándose a tocar con sus hermanos mayores de Red Bull. El español sobrepasó el límite de velocidad en el paddock y fue relegado a la octava posición, pese a ser sexto en la pista. “He dado todo lo que tenía y me voy muy satisfecho”, dijo el piloto de Toro Rosso. Su compañero, Max Verstappen firmó una cuarta plaza evitando la sonrisa plena del madrileño.