García: «Es duro dejar Moncloa e irte de registrador a Santa Pola, pero España no puede seguir así»
Dicen los que le conocen que García siempre quiso dedicarse al periodismo político. De hecho él nunca se ha definido como periodista deportivo, sino como «periodista a secas». Nunca ha dejado pasar la oportunidad de cubrir la actualidad desde sus programas deportivos, ya fuera el golpe del 23-F, una huelga de controladores o lo que fuera… Si había noticia, allí ha estado siempre García.
Tampoco se ha callado nunca sus opiniones, y no iba a hacerlo en uno de los días más preparados para que él fuera el centro de atención. Así, durante la presentación del libro Buenas noches y saludos cordiales, la biografía que ha escrito sobre él Vicente Ferrer Molina, García no dejó pasar la oportunidad de pedir «que algo cambie porque España no puede seguir así».
«Es muy duro dejar la Moncloa e irte de registrador a Santa Pola, como es muy duro estar en el machito y volverte a presentar ‘La Tuerka’, pero algo hay que hacer para que este país no siga así». Lo decía en ese momento el histórico periodista para despedir a su amigo el general Félix Sanz Roldán, director del CNI, a quien pidió que iluminara «a nuestros políticos».
Los políticos mangantes
Más adelante, en uno de los pasajes de su alocución, García ha hecho referencia a las mangancias de los políticos. «Que alguien te invite a algo no quiere decir que te lo pague… eso sólo le pasa al alcalde de Podemos en Zaragoza, que le pagan la gomina». Y continúa el periodista, con el colmillo afilado ante el interés de la concurrencia por cada vez que se salía del guión: «quiero yo ver las facturas de esos ayuntamientos».
Pero García siempre se ha destacado por tener palos para diestros y siniestros y, a continuación, añade: «si en España hemos visto a un vicepresidente pasar a la tarjeta black pagos de masajes a las tres de la madrugada, durante tres viernes consecutivos», en clara referencia a Rodrigo Rato y a sus gastos sin declarar con tarjetas de Bankia cuando era su presidente. «Yo no sé si esos masajes eran con caballo o yegua, pero…».