La Fórmula 1 se niega a correr en casa de Putin y rescinde su contrato con Rusia

La Fórmula 1 ha decidido cortar todos los lazos que le unían a Rusia. Tras anunciar la semana pasada la cancelación del próximo Gran Premio de Rusia que debía disputarse en septiembre, ahora rescinde definitivamente el contrato con la carrera que se extendía hasta 2025. De esta forma, tampoco habrá carrera el año que viene en San Petersburgo, ciudad natal del presidente ruso Vladimir Putin a la que se iba a mudar la prueba.

El propio Putin tuvo que mucho que ver para que la Fórmula 1 fijara su vista en Rusia hace casi una década y participó activamente en las negociaciones para llegar a un acuerdo. Eran otros tiempos. La primera edición de la carrera se disputó en 2014 en el circuito urbano de Sochi, que se había mantenido como sede hasta ahora e iba a ceder el testigo en 2023 a San Petersburgo, concretamente al circuito de Igora Drive. Liberty Media, empresa estadounidense que gestiona la F1, ha decidido liquidar ese sueño del presidente ruso.

Esta decisión forma parte de la serie de medidas tomadas para castigar la invasión de Ucrania. Esta misma semana, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) prohibió la celebración de competiciones internacionales en Rusia y anunció que los pilotos rusos deberían competir como neutrales y sin emplear símbolos de su país.

Formula 1 has terminated its contract with the Russian Grand Prix promoterhttps://t.co/67IUOS3nhl

— Formula 1 (@F1) March 3, 2022