Fernando Alonso aplica la fórmula Ferrari para aspirar al título mundial
Fernando Alonso sabe que no tiene el coche más rápido de la parrilla de Fórmula 1, pero ese obstáculo, quizá reparable en el futuro si Aston Martin mantiene su meteórica progresión, no le impide pensar que su tercer título mundial es una posibilidad verídica. Rebuscando en su dilatada carrera, el piloto español sabe perfectamente que ya vivió momentos en los que competía contra otros bólidos más rápidos, pero estuvo a un tris de proclamarse campeón.
«Nosotros no somos los más rápidos, pero igual que en 2010 tampoco lo éramos y llegamos líderes a Abu Dhabi. En 2012, también tuvimos opciones en Brasil en la última carrera y ese es el camino que vamos a tener», explicó Alonso nada más finalizar segundo en el reciente Gran Premio de Mónaco, su mejor resultado en la F1 desde hace nueve años.
El bicampeón hacía referencia a su época en Ferrari, cinco años en los que vivió más disgustos que alegrías. En aquella época, igual que ocurre actualmente, Red Bull era el gran dominador de la Fórmula 1 y Sebastian Vettel el piloto que más victorias acaparaba, rol que ahora ejerce Max Verstappen, mientras que Sergio Pérez ha heredado el papel de escudero que tenía Max Webber. Por seguir con la analogía, Felipe Massa era el actual Lance Stroll, un compañero de Fernando Alonso con mucho menos talento.
«No queremos pensar tampoco demasiado en el Mundial, pero tampoco nos vamos a olvidar. Cualquier problema que puedan tener Max o Pérez estaremos ahí para aprovecharlo. Mi objetivo es ser lo más constante posible y no cometer errores», añadía el ovetense en Mónaco, repitiendo el guión de aquellos años en Ferrari.
Vettel… y Petrov
Los desenlaces de aquellos dos campeonatos fueron similares y bien conocidos por todos los aficionados veteranos de la F1: Fernando Alonso llegó con opciones de título a la última carrera del año y se marchó con las manos vacías mientras Vettel se duchaba en champán. En el Gran Premio de Abu Dhabi 2010, el español partía como líder de la clasificación, pero fue víctima del tapón del ruso Vitaly Petrov. En el Gran Premio de Brasil 2012, Vettel llegaba con una buena ventaja y le bastó con ser sexto, haciendo estéril la segunda posición de Alonso. Tantos años después, Aston Martin podría brindarle una revancha largamente esperada.