España busca lo ‘imposible’

España se enfrenta a Italia en San Siro. Este partido, por si solo, ya se puede decir que es uno de esos encuentro grandes que a cualquiera pega delante del televisor. Si a esto se le añade que son las semifinales de una competición oficial como es la Liga de las Naciones su importancia aumenta notablemente. El combinado nacional tratará de derrotar a la vigente campeona de Europa ante su gente. Es decir, lo jugadores de Luis Enrique se enfrentan a lo imposible. O no.

Nunca en la historia de los enfrentamientos oficiales entre Italia y España en territorio transalpino el combinado nacional ha sido capaz de ganar. De las 14 veces que la Selección ha jugado en suelo italiano, sólo ha sido capaz de sumar la victoria en dos encuentros, ambos oficiales y la última vez fue el 20 de febrero de 1971, cuando el equipo español ganó 1-2 en Cagliari. Nunca más ha vuelto a sumar un triunfo en un enfrentamiento que ya ha cumplido 101 años de historia.

Si esto lo trasladamos a Milán y, en concreto, a San Siro, los números tampoco son positivos. Esta será el cuarto duelo entre Italia y España en la ciudad lombarda, en la que selló dos empates sin goles, el último en la Eurocopa de 1980, y salió goleada en 1942 (4-0). El total de enfrentamientos en suelo italiano dejan junto a los dos triunfos españoles, siete empates -en las dos últimas visitas a un tanto-, y cinco derrotas.

Una racha que asusta

Si nos quedamos con la racha de partidos que lleva Italia sin perder, España tampoco encuentra motivos para sonreír. La campeona continental ha conseguido un récord mundial de 37 duelos sin conocer la derrota. Además, no cae en su país desde 1999, cuando Dinamarca les doblegó. 28 victorias y nueve empates en todo este tiempo.

Ni siquiera los últimos precedentes son los mejores. Es cierto que España ganó con cierta comodidad a Italia en el estadio Santiago Bernabéu en 2017, pero tanto en 2016, durante la Eurocopa de Francia, como en la última fase final, hace justo tres meses, fue el equipo italiano el que se llevó el gato al agua.

Sin duda, los precedentes dan pocos motivos para el optimismo. Más si cabe cuando se repasa la cantidad de bajas que tiene la selección española para este torneo. Pero la realidad es que el equipo de Luis Enrique está decidido a competir y, quién sabe, si será capaz de romper todos los pronósticos y algún que otro récord plantándose en la final que se disputará en el mismo escenario el próximo domingo ante Francia o Bélgica.