Un día en el Santiago Bernabéu

Se elevaba como un teatro antiguo en el enclave más prestigioso de la capital. Como el olor a cigarrillo, el vaho de una casa abandonada, la calima en una zona costera o el ambiente cargado de un oficina en horario vespertino, el Santiago Bernabéu desprende ese olor característico que siempre golpea como una bofetada amable. Era la oportunidad que todo niño sueña alguna vez: vestirse de corto en el coliseo blanco. 

Fue de la mano de Mahou, en el ya famoso ‘partido de las estrellas’. Una oportunidad única para cumplir ese anhelo que sólo unos afortunados disfrutan en vida. Rozar el césped que tantas leyendas han hollado con sus botas se cumplió en forma de 240 madridistas que se encontraron con una jornada mucho más allá de unos minutos únicos de fútbol en el terreno donde brillan cada fin de semana los Ronaldo, Modric, Kroos o Ramos.

Porque el pack estaba recubierto con varios lacitos que vistieron un regalo más arreglado de lo normal. Tour por el Santiago Bernabéu, incluido museo; cambio en los vestuarios; salir por el túnel, como uno más y, sobre todo, el partido de fútbol 7 que se extendió durante 45 minutos. Para finiquitar esperaba el Tercer Tiempo de los cerveceros con barra libre de su elixir más las delicias de la cocina mediterránea. Un lujo.

Fue un terremoto de goles, emociones y fotografías capturando ese momento único en el teatro blanco. Desde las 13.45h hasta las 20.45h han desfilado tanto aficionados como influencers, actores y periodistas del panorama español. Cada uno con su camiseta personalizada y con familiares o amigos en las gradas tanto animando como intentando encontrar ese gol grabado que el dinero no puede comprar. Una experiencia única e irrepetible que, de no ser por Mahou, no hubiese existido.