Lo cuenta en primera persona

El desgarrador drama de Yarmolenko: cabezazos contra la pared por mandar a su familia a Ucrania

Andriy Yarmolenko, jugador del West Ham, relata en primera persona el drama familiar que está viviendo por la invasión rusa de Ucrania y la guerra

El jugador cuenta que envió a su familia a Ucrania, donde aún permanece, un día antes de que comenzara la invasión y el conflicto armado

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Yarmolenko y su familia
Yarmolenko y su familia

Andriy Yarmolenko vive un auténtico drama desde que Rusia invadiera Ucrania e iniciara una guerra que día tras día se recrudece. La situación del futbolista del West Ham e internacional con su país es rocambolesca a la vez que dolorosa, pues un día antes de que Putin ordenara invadir Ucrania mandó a su familia allí porque uno de sus hijos tenía una cita con un médico, una decisión de la que se ha arrepentido mucho.

«Cuando todo comenzó, el 24 de febrero, llegué al entrenamiento y no podía ni hablar. Se me caían las lágrimas. Le pedí al entrenador que me dejara ir a casa y luego no sabía qué hacer. No creía que algo así pudiera pasar. Los envié a Kiev porque mi hijo tenía un examen programado con el médico», cuenta en una entrevista para Football 1/2/3.


En ese momento comenzó una pesadilla que todavía no tiene final y que mentalmente está siendo muy duro soportar. «¿Te imaginas cómo fue cuando empezó a la mañana siguiente? Solo quería correr y darme cabezazos contra la pared. ¡Qué estúpido! Estaba enviando a mi familia a Kiev y yo estaba sentado en Londres», añade el jugador ucraniano.

«No dormía, no comía, estaba constantemente al teléfono llamando a mis familiares. Finalmente, elegí calzarme de nuevo las botas porque me estaba volviendo loco. Necesitaba distraerme», cuenta Yarmolenko, que detalla cómo está su familia en Ucrania: «Los que están allí, donde hay bombardeos constantes, están en un refugio antiaéreo. Se esconden en sótanos, como todas las personas. Sinceramente, me da miedo hablar de eso, pensar que constantemente se están produciendo hostilidades».

«Mi mensaje es que no todas las personas pueden luchar. No todos pueden disparar. Ahora tenemos que ayudarnos entre todos. Si no lo hacemos, nadie más que nosotros mismos lo hará. Estoy seguro de que no seremos vencidos. Entiendo que cuando esto termine muchos niños se quedarán sin padres, muchas familias se quedarán si hogar. Tendremos que construir juntos y ayudarnos unos a otros», finaliza un emocionado Yarmolenko.

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