Desbandada en La Masía

El FC Barcelona tiene abandonada la Masía. En los últimos meses ha sido noticia la marcha de varios jugadores de las categorías inferiores del conjunto azulgrana. Y es que la directiva actual ha cambiado la estrategia deportiva que había tomad forma en los últimos años. Ahora tratan de superar al Real Madrid a golpe de talonario, mientras los blancos han apostado por el futuro a base de nuevas perlas y de jugadores formados en Valdebebas.

Los barcelonistas presumieron durante la época de Guardiola de gestionar de maravilla una cantera que les llevó al éxito. La alineación de los Valdés, Puyol, Piqué, Busquets, Xavi, Iniesta, Pedro o Messi era habitual en los onces del de Sampedor. Cada temporada los culés daban la oportunidad a algún jugador del filial de debutar con los mayores. Así fue como se iniciaron Busquets o Sergi Roberto. El Barça era un ejemplo de cómo tratar la formación en las categorías inferiores, algo bien distinto hoy por hoy.

En las últimas temporadas, los azulgranas se han reforzado a base de fichajes astronómicos. Casos como los de Neymar, Suárez o los recientes de Coutinho y Dembelé son los más claros ejemplos. Algo ha cambiado en Can Barça y, donde antes había cantera, ahora hay cartera. Por ello, cada vez los jóvenes de la casa se ven con menos oportunidades de llegar a la primera plantilla.

En los últimos años, sonados son los casos de Sandro, Bartra, Thiago o Rafinha, pero no son los únicos. Bojan, Jeffren, Tello, Nolito, Fontás, Muniesa, Deulofeu, Oriol Romeu, Oier, Samper, Munir, Montoya, Halilovic, Marlon y Masip han abandonado el conjunto blaugrana ante la falta de oportunidades.

El Barça B ya no sirve de trampolín

La desbandada de jugadores formados en la Masía es total. Pero lo grave es que esta realidad no sólo se impone entre jugadores que llegan al primer equipo. La política llevada a cabo por el club barcelonés se aplica también en el filial. Con el ascenso a Segunda división, la directiva comenzó a utilizar al Barça B, más que como un equipo de formación, como uno con el que generar dinero. Al igual que sucede en Primera, de la posición en la que queda clasificado el equipo dependen parte de los ingresos. ‘La pela es la pela’ y, cuanto más arriba esté el filial, más recaudará el conjunto culé.

Ante esta situación, el conjunto azulgrana ha dejado de lado a sus perlas y ha comenzado a fichar a jóvenes jugadores con experiencia en la categoría de plata o, incluso, en la máxima. Es el caso de Arnáiz, Choco Lozano -ahora traspasado al Girona-, Ruiz de Galarreta, Vitinho, David Concha -que también se ha desvinculado del club en invierno-, Christian Rivera… que han sido fichados para aumentar la calidad de la plantilla y aspirar a quedar lo más arriba posible. Dada la situación, de la cantera barcelonista han ido desfilando los jugadores formados realmente en ella.

Muchos de ellos tienen una cláusula de rescisión de tres millones de euros. La proyección de algunos de ellos hace que su fichaje se aborde sin complicaciones por otros equipos en cuyo proyecto deportivo sí que entran los jóvenes. Sergio Gómez ha sido el último en tomar la difícil decisión de salir, rumbo al Dortmund. Pero este verano se produjeron más. La más sonada fue la de Mboula, rumbo al Mónaco. Sin olvidar la de Eric García al City.

En los próximos meses no se descarta que se produzcan más. La imposibilidad de acceder ya no al primer equipo, sino al B, hace que muchos de los chavales se replanteen su situación a la que otro club llama a su puerta. Miranda, Abel Ruíz u Oriol Busquets podrían ser los siguientes en dejar de lado la cantera barcelonista, buscando una oportunidad que antes llegaba, pero ahora está lejos de darse.