Depresión total en el Camp Nou
El Barcelona muere regalando. Batacazo del conjunto dirigido por Quique Setién ante Osasuna en el Camp Nou, una derrota con la que se despiden de su estadio y de la Liga
El gol de falta de Messi no fue suficiente para puntuar ante los rojillos, que lograron el tanto del triunfo con un hombre menos sobre el césped
Depresión total en el Camp Nou. El Barcelona muere regalando y pierde la Liga de manera oficial con un batacazo ante Osasuna en el Camp Nou, una dolorosa derrota que vuelve a poner a Quique Setién en el centro de la diana. De poco sirvió el golazo de falta de un Messi que pareció ser el único con ganas de no bajar los brazos pese a que el Real Madrid hiciera su trabajo y venciera al Villarreal en el Di Stéfano.
El partido empezó movido, con sendos avisos tempraneros de ambos equipos. El primero en acercarse al gol fue Arnáiz, que tras una jugada individual sacó un disparo que atrapó en dos tiempos Ter Stegen. Poco después fue Lenglet quien se animó y sacó un latigazo que se marchó rozando el larguero. Pero, cuando parecía que estaba mejor el Barça, los navarros golpearon y congelaron (más si cabe) el Camp Nou.
En una jugada de tiralíneas perfecta, Adrián López profundizó para el veloz Estupiñán, que puso un servicio en bandeja a Arnáiz -no estuvo bien Piqué al corte- para que marcara a su ex equipo y adelantara a Osasuna en el marcador. Los de Jagoba Arrasate tuvieron un par de ocasiones más tras ese 0-1 que dejó tocado al Barcelona, consciente de que estaba perdiendo matemáticamente la Liga con ese resultado. Una genialidad de Messi de falta directa casi iguala la contienda, pero el balón se estrelló en la cruceta de un Sergio Herrera batido que lo único que hizo es mirar.
El Barça bajó los brazos
No salió bien la apuesta de Quique Setién por Riqui Puig y Ansu Fati, ambos titulares, y mientras el Barça perdía los pinganillos del banquillo ya comunicaban que el Real Madrid iba ganando al Villarreal gracias al gol de Benzema, por lo que la Liga estaba virtualmente perdida y los ánimos parecían decaer por lo visto sobre el terreno de juego. Ni los canteranos ni los fichajes como Braithwaite o Junior funcionaban en un apático Barça que había bajado los brazos. Que Arthur estuviera medio dormido en el banquillo era un claro síntoma de cómo estaban jugando los de Setién…
El delantero danés tuvo la primera tras el descanso, de hecho llegó a marcar, pero el gol fue anulado por un fuera de juego ratificado por el VAR. El único que aparecía era Messi, con rostro serio y enfadado por lo que estaba sucediendo sobre el verde y porque sabía que el Real Madrid estaba ganando el campeonato. El argentino no quería hacer el ridículo, y la cuarta falta directa que dispuso la clavó a la escuadra para hacer el 1-1. Se le complicó el partido a Osasuna en pocos minutos, pues nada más entrar al campo Enric Gallego fue rigurosamente expulsado por sacar el brazo en un duelo con Lenglet.
Lo tenía todo para ir a por la victoria el Barcelona, al menos para presionar al Real Madrid hasta el final, pero con uno menos Osasuna dio la campanada en una contra con un gol de bandera de su capitán Roberto Torres. Batacazo del conjunto dirigido por un Quique Setién cada vez más discutido. Bartomeu insiste en que seguirá, pero también decía lo mismo de Valverde hasta su ‘guillotinazo’, y lo que parece claro es que el técnico cántabro no ha calado en un vestuario deprimido que una vez perdida la Liga deberá cambiar el chip para pelear por la Champions League.