Los deportistas más exóticos de Río 2016
Los Juegos Olímpicos de Río 2016 ya han comenzado. El pasado viernes se dio el pistoletazo de salida con la ceremonia de apertura. Algunos de los deportistas presentes en esta cita en Brasil tienen historias bastante exóticas. Entre los 10.000 participantes, destacan cuatro en particular. El primero es la tiradora brasileña Janice Teixeira, seguida de la nadadora Gaurika Singh, el monje budista Kazuki Yazawa y el gimnasta Oskar Kirmes.
Janice Teixeira
A sus 54 años disputará por primera vez en su carrera unos Juegos Olímpicos. Lo hará en la modalidad de tiro. Será su debut en esta cita, aunque la brasileña estuvo en Pekín 2008. Pero en aquella ocasión no se vistió de corto, sino que acudió como comentarista de la televisión brasileña. Sin embargo, durante la cita en la capital china sufrió un derrame cerebral.
«Cuando entré en el hospital, tenía la mitad izquierda de mi cuerpo paralizada. No podía ni hablar», señaló Teixeira. Cuarenta minutos después ocurrió un milagro y recuperó la movilidad: «Ni siquiera los médicos pudieron comprender lo que me ocurrió». Desde ese trágico suceso, la tiradora brasileño dejó el alcohol y el tabaco y se dedicó a comer mucha verdura. Ahora ha visto cumplido su sueño de estar en uno Juegos Olímpicos y espera que no sean las últimos, pese a ser la atleta de mayor edad en Río 2016: «El que piense que voy a acabar mi carrera aquí está totalmente equivocado».
Gaurika Singh
La nadadora nepalí de 13 años es la deportista más joven de los Juegos. Ni ella misma se creía que fuera cierto, pensaba que era un sueño: «Es muy emocionante, pero también un poco surrealista». Además de nadar, Singh es una estudiante que vive en Londres. Cuando tenía dos años se trasladó, junto a sus padres, de Nepal a Inglaterra.
Sin embargo, su traslado a Europa no le impidió volver a su país para visitar a su familia y amigos. De hecho, fue testigo del fuerte terremoto que tuvo lugar en Nepal en abril de 2015, que dejó casi 9.000 muertos. «Estábamos en el quinto piso de un edificio cuando se produjo el terremoto. Nos escondimos debajo de una mesa porque teníamos miedo. Gracias a Dios era un edificio nuevo y no se derrumbó como las casas de alrededor», recordaba Singh.
Kazuki Yazawa
Hace cuatro años, tras los juegos de Londres 2012, el japonés decidió convertirse en un devoto monje budista en el templo Zenkoji Daikanjin de la ciudad japonesa de Nagano. En aquella cita fue cuarto en la prueba de slalom con su canoa. Pese a convertirse en monje no descuidó su afición y siguió entrenando en su tiempo libre. Antes de empezar a entrenar y de que se ponga el sol, Yazawa se toma unos minutos para rezar.
El canoísta reconoció al diario británico The Guardian que nunca quiso «hacer ambas cosas al mismo tiempo. Cuando me hice monje, ése iba a ser mi principal trabajo. Sólo salía con la canoa en mi tiempo libre». Casi de forma inesperada se proclamó campeón de slalom de Japón y se sacó el billete para Río 2016.
Oskar Kirmes
El gimnasta tiene una de las historias más curiosas de estos Juegos. El deportista de 20 años compite por Finlandia, pero nació en Islandia, su madre es sueca y su padre estonio. Confesó que ha recibido numerosos mensajes de apoyo en su Facebook, en todos los idiomas. «Todos me animan y me motivan». La gimnasia le viene de familia, ya que sus padres también fueron gimnastas.
Se conocieron durante una competición en Finlandia, poco después se casaron y se mudaron a la capital islandesa, Reykjavik. Allí nació Kirmes, que con 12 años tuvo que mudarse a Suecia. Compitió con ellos hasta 2013, cuando optó por cambiar y hacerlo con Finlandia
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