Copa del Rey: Linares 1 - Barcelona 2

Dembélé renueva al Barça

Dembélé
Dembélé celebra el tanto del empate.
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Con más sufrimiento que lucimiento, el Barça pasó a la siguiente ronda de la Copa del Rey tras remontar un partido que se le puso feo ante el Linares. El equipo de Xavi Hernández se sobrepuso al gol inicial de Hugo Díaz para ver la redención de Dembélé en una segunda parte en la que ‘El Mosquito’ fue decisivo.

El controvertido futbolista francés fue el encargado de empatar el partido y luego estrelló un balón contra el larguero demostrando que sus demandas económicas para remontar están justificadas. El culé se sintió como el mejor de su equipo, que sigue sin convencer pese a que Xavi va camino de cumplir dos meses como jefe.

El partido comenzó con el Barça dominando la posesión y encima teniendo una tremenda ocasión. En un córner puesto por el debutante Dani Alves, Ronald Araujo se impuso a toda la defensa del Linares Deportivo para mandar su cabezazo a centímetros del fondo de las mallas. Razak, el portero local, salió a por uvas dejando su portería vacía y se libró del esperpento de milagro.

Esa ocasión pareció relajar a unos azulgrana que mareaban la perdiz, pero que no eran capaces de acercarse a la portería rival. Poco a poco, el Linares iba consiguiendo zafarse de la presión de los de Xavi Hernández a través de contragolpes explosivos que metieron la duda en su rival. El equipo jienense, en la primera que tiró, la metió en la jaula.

Corría el minuto 19 cuando la pasividad de Jordi Alba y Eric García resultó en un centro mortífero de Carnicer al punto de penalti. Allí, Hugo Díaz se anticipó a Mingueza para colocar el balón de cabezazo sutil en el fondo de las mallas ante la mirada impotente de Neto. El Barça cosechaba un jarro de agua fría por su falta de tensión.

Los culés intentaron reaccionar con más precipitación que acierto con un Riqui Puig horrible en la organización. De poco parecía servir la experiencia de los Busquets, Alba o Alves en el campo, el Barça jugaba sin claridad de ideas en ataque y era totalmente inofensivo para un Linares Deportivo que incluso soñó con poner el 2-0 tras un remate de Josema que se fue por un pelo.

La picadura del ‘Mosquito’

Xavi reaccionó al descanso metiendo todo lo que tenía en el banquillo. Dembélé y De Jong entraban para darle mordiente y presencia a un ataque culé inédito en estático en la primera mitad. Los culés notaron bien pronto la subida de nivel arrinconando al Linares Deportivo, que ya buscaban que pasasen los minutos más que se jugase al fútbol.

Dembélé, ahora en el escaparate por el asunto de su renovación, sí que supo leer que había que tirar a Razak tras sus dudosas apariciones en la primera mitad. El Mosquito cazó una en la medular, aceleró y desde la frontal soltó un zurdazo que abrió el marcador ante una importante cantada del portero ghanés, quien pudo hacer mucho más en su intervención.

El Linares, lejos de venirse abajo, puso el 2-1 en el marcador en una acción que quedó invalidada por fuera de juego. Hugo Díaz obstaculizó la visión de Neto en un cabezazo de Josema que fue al fondo de las mallas. Las repeticiones televisivas no dejan claro esta situación y al no haber VAR la jugada quedó a la interpretación del árbitro Cuadra Fernández.

Con los locales volcados, el Barça encontró los espacios que tanto había añorado durante el partido. Jutglà hizo un eslalón marchándose de dos rivales y anotando un gol que remontaba un partido que se había complicado sobremanera. El canterano del Espanyol demostró destreza y definición en una jugada eléctrica en el minuto 69.

El conjunto local, lejos de rendirse, siguió porfiando y tuvo una ocasión clarísima a un cuarto de hora del final cuando Carracedo estrelló un disparo lejano contra el larguero. El jugador del Linares soltó un tiro envenenado con parábola que hubiese sido uno de los goles de la jornada.

El encuentro era un toma y daca y Dembélé quiso apuntarse a la fiesta todavía más haciendo otro jugadón marca de la casa. El francés quiso darle la razón a Xavi como el jugador más parecido a Mbappé y se fue de media defensa del Linares en la frontal para estrellar el balón en el larguero.

El Linares apretó en los últimos minutos cayendo de pie frente a un Barça que se marcha con la certeza de que con Dembélé enchufado pueden aspirar a grandes cotas. Los culés tampoco están para tirar cohetes, puesto que un equipo de Primera RFEF les hizo sudar la gota gorda para pasar a los octavos de final de la Copa del Rey.

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