COPA DEL REY: CULTURAL 1-7 REAL MADRID

El Madrid lo quiere todo

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Asensio y Lucas Vázquez celebran el segundo del Madrid. (AFP)
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Este Madrid lo quiere todo. Zidane, que no es Pellegrini, se tomó muy en serio el duelo ante la Cultural Leonesa porque no quería alcorconazos. Sus futbolistas respondieron a la llamada del técnico con la obediencia de las nadadadoras de la sincronizada en los tiempos de Anna Tarrés.

El Real Madrid hizo un partido serio, intenso y eficaz ante un rival inferior. La diferencia de talento hizo el resto y los blancos golearon en el Reino de León. El gol de Nacho, el sexto de la tarde, fue más propio de Oliver y Benji que de un partido de fútbo.

No quería confianzas Zidane. Ninguna. Se había dejado a la BBC en Madrid, pero dispuso sobre el césped del Reino de León un once de rompe y rasga, con titulares indiscutibles como Carvajal, Pepe o Toni Kroos, fichajes multimillonarios como Danilo, Isco o James Rodríguez y la delantera de los revulsivos: Asensio, Lucas Vázquez y Morata. Un equipazo, vamos.

Apretaba la Cultural de salida con la ilusión de un niño en su primera comunión, pero el Real Madrid dio el primer aviso con un disparo de media distancia de Isco que rechazó Palatsí. Y en la siguiente jugada, a balón parado como tantas veces en la era Zidane, llegó el primero de los madridistas. Fue una falta lateral botada por Kroos al centro del área con mucha precisión y muy mala leche. La pelota iba para Morata, pero Zuiverloon se marcó un Pedro Sánchez: se hizo el gol en propia puerta en su intento por despejar.

Era el minuto 6 y los de púrpura encarrilaban el duelo. El gol desató al Real Madrid, que pudo sentenciar el duelo en un suspiro con sendas ocasiones claras para Marco Asensio e Isco dentro del área. No lo hizo. Siguieron dominando los de Zidane, que se estaban tomando el partido tan en serio como su entrenador. La Cultu dio el primer susto en el 19, pero Kiko Casilla estuvo atentísimo para salvar el mano a mano ante Gallar.

El Madrid, como un conductor que avista el coche de la Guardia Civil, había levantado el pie del acelerador. Tuvo otra ocasión en el 24 después de un tiro de media distancia de Kroos que se envenenó y acabó repelido por el larguero, pero el duelo se había igualado. Zidane, de pie, insistía a sus jugadores en que no se relajaran.

El gol de Asensio

No lo hicieron y lograron el segundo después de una buena maniobra de Lucas Vázquez por la derecha. El recién renovado encontró a Asensio, que merodeaba en las inmediaciones del área. Marco controló con la zurda y la puso con un disparo raso y seco junto al poste izquierdo de Palatsí. El Real Madrid encarrilaba el duelo y la eliminatoria en poco más de media hora.

El Madrid dominaba el duelo con la suficiencia de los de quinto jugando contra los de tercero. Morata, más activo que Pablo Iglesias en Twitter, rondó el gol en un par de ocasiones, pero le faltó un punto de precisión y le sobró otro de prisa. Aun así, estaba completando un primer tiempo más que notable, igual que James, siempre dispuesto a remangarse.

En la reanudación Morata, esta vez sí, hizo el tercero cuando apenas llevábamos 30 segundos de juego. Fue después de una buena combinación entre Isco y James, que asistió al delantero madridista para que marcara entre las piernas de Palatsí. Siete minutos después llegó el cuarto. Fue otra vez Asensio, esta vez con un disparo duro de media distancia. Los de Zidane tuvieron la elegancia de celebrar los goles de manera comedida.

El quinto cayó en el 55 después de un centro de nuevo de James con el exterior del pie, que remachó Morata solo dentro del área. Zidane movía el banquillo y metía a Coentrao y Mariano por Danilo e Isco. El partido ya había muerto porque el Madrid no quería hacer más sangre y la Cultural no podía más. Pero entonces la noche deparó una sorpresa, sorpresa como las de Isabel Gemio en su programa.

‘Ibranacho’ marcó un gol de genio

Fue Nacho. Sí, Nacho. Marcó un gol increíble, memorable, de una plasticidad propia de Oliver y Benji. Fue un gol de los gemelos Derrick. Fue un gol de Ibrahimovic, el gol que tantas veces hemos intentado marcar en el borde de la piscina. James le puso el centro al área y Nacho empaló una volea maravillosa a la altura de Zidane en La Novena.

Intentó la Cultural hacer el tanto de la honra, pero Kiko Casilla, que sacó tres manos espectaculares, no estaba por la labor. Pasaban los minutos y en el 83 los locales encontraron el tanto que buscaban después de una media volea de Benja, que hizo que el público del Reino de León se pusiera en pie. Y Mariano, como no, hizo el séptimo casi sobre el pitido final. Era el broche ideal para una afición que había visto un gran partido del Madrid y encima un gol de su equipo.

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