Liga Santander 2018

¿Cuándo hay que pitar mano?

La implantación del VAR no ha evitado que haya polémicas cuando existen manos tanto dentro del área como fuera

¿Cuándo hay que pitar mano?
¿Cuándo se deben señalar las manos como falta o penalti?

Siete jornadas se han jugado desde que la Liga Santander arrancase el pasado mes de agosto con el VAR vigilando para reducir el número de errores por partido. Pese a la integración del sistema de videoarbitraje, todavía surgen dudas respecto a las manos y cuándo este nuevo elemento entra en acción para comunicar al árbitro que vea la acción repetida y tenga la opción de reconsiderar su decisión inicial.

La última polémica se vio en el Real Madrid – Atlético. El cuadro rojiblanco pidió penalti por una mano de Casemiro, y posteriormente pidió explicaciones al Comité de Arbitraje, poniendo de ejemplo otras dos acciones que sucedieron en la misma jornada y que en ambos casos sí que se señaló la pena máxima.

Pero, ¿cuándo debe pitarse una mano? ¿Qué acciones son plausibles para señalar una infracción? ¿En qué casos y en cuáles no el árbitro debe pitar o dejar seguir el juego?

En la circular 4 nos encontramos en el punto 6 con el apartado referente a las manos, que pese a la implantación del VAR en la Liga Santander, no ha habido cambios respecto a la normativa de la temporada pasada. Para comenzar, se tienen en cuenta tres factores a la hora de señalar una mano: el movimiento del brazo, la distancia entre el contrario y el balón y la posición de la mano.

A continuación se exponen dos supuestos. Uno de ellos son las manos apoyadas sobre el terreno de juego, que nunca deben ser señaladas como infracción en las que el «jugador no hace ningún movimiento intencionado para interceptar el balón». En el caso de que el futbolista en cuestión tenga «la finalidad de tocar el balón u ocupar un espacio ‘haciéndose más grande», sí que habría que señalar falta o penalti.

El otro caso en el que se habla de las manos son las rebotadas. Tampoco habría que señalar falta o penalti si el esférico viene rebotado y no hay voluntariedad de darle con la mano o brazo. En el caso de que el futbolista, previamente haya intentado cubrir más espacio con las manos en una posición antinatural, y recibe el impacto del cuero después de un rechace, sí que se considerará infracción.

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