La confesión más desgarradora de Riqui Puig sobre Xavi: «Me dolió, pensaba que éramos amigos»
Se cumple un año de la marcha de Riqui Puig del Barcelona, pero el canterano azulgrana todavía lleva clava la espina de aquella salida. Especialmente, aún le sigue doliendo el trato recibido por Xavi Hernández, que le impidió entrenarse junto con el resto de compañeros para impedir una lesión que podría haber malogrado su traspaso. En Los Ángeles, donde destaca con el Galaxy, rememora cómo fueron aquellos días tan difíciles para él.
«Antes de acabar la temporada, nos sentamos y me dijo que no contaba conmigo. Con el presidente era diferente, veía futuro en mí y quería que me quedase, pero no me iba a quedar en un club en el que el entrenador no me quería. Me dolió cuando no me dejó entrenar las primeras semanas. El trato no fue bueno. Tenía contrato y debía ejercer como jugador del club que era. Eso me molestó. Busqué rápido una salida e irme a la otra punta del mundo me ha ido bien», resumió.
Puig destacó que «había una relación entre las familias», la suya y la de Xavi, y que eso hizo más hiriente todo lo que ocurrió. «Me dolió como jugador y como amigos que pensaba que éramos con la familia de Xavi. No pude triunfar con él. Esto a veces pasa, pero no poder entrenar la primera semana de pretemporada me molestó mucho», reconoció.
«Cuando jugaba en Barcelona me caían palos por todos lados. Aquí puedo ir a cenar tranquilo, la gente no molesta», añadió el centrocampista, que no guarda buen recuerdo de sus últimos meses en el Barça. «Me seguían en casa, querían saber dónde iba a cenar, dónde iba a tomar algo. Era mi vida privada y me molestó. Aquí el fútbol es el cuarto deporte y la gente no está tan pendiente. Allí cuando no juegas buscan otras cosas, ahora se ha dicho de Pablo Torre y es muy injusto», comparó en declaraciones a Sport.
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