Premier League: puede haber hasta siete equipos en tres puntos

City y Liverpool empatan y hacen al Leicester líder de la Premier más igualada de la historia

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Salah controla el balón ante Rubén Dias en el City-Liverpool. (Getty)

La Premier «is different». La mejor liga del mundo, con mucha diferencia sobre la segunda, se ha puesto al rojo vivo después de ocho jornadas, aunque algún equipo tenga un partido pendiente. El empate en el Etihad entre el Manchester City y el Liverpool deja como líder al Leicester de una Premier que podría tener hasta ocho equipos en tres puntos de distancia: Leicester, Tottenham, Liverpool, Southampton, Chelsea y (si ganan el partido que les falta) Arsenal y el propio Manchester City.

El Manchester City salió a sobar la pelota (como siempre) y el Liverpool a meter vértigo en cada ataque (como siempre, también). Guardiola y Klopp ante su espejo. De inicio dominaron los locales, pero golpearían primero los reds merced a un penalti de Walker sobre Mané que convirtió Salah. Era el minuto 11 y el Liverpool se ponía por delante en el Etihad.

El City, que sólo sabe jugar a una velocidad, percutió al toque hacia la portería de Alisson. Sólo el velocísimo Sterling aportaba un punto de vértigo al juego de los de Guardiola. Rodrigo y Gundogan tocaban demasiado en corto y el Liverpool penalizaba cada pérdida con una contra. Precisamente en una de ellas pudo llegar el 0-2 si no llega a cruzarse Rubén Dias en el pase de la muerte de Mané a Salah.

Sterling fue el protagonista de la primera ocasión del City en un claro mano a mano que abortó Alisson acortándole el espacio con una buena salida. Fue el primer síntoma de que el equipo de Guardiola no se iba a dar por vencido tan rápido. Siguió percutiendo el City hasta que encontró el 1-1 en una jugada de orfebrería que nació de la imaginación de De Bruynee en la asistencia y de Gabriel Jesús, que giró sobre su cintura para romper la de Aleksander Arnold, y batir con la punterita a Alisson.

Partido de ida y vuelta

El duelo ya era descaradamente del City con un Guardiola desatado en la banda como si estuviera en la manifestación de la Diada. Antes del descanso tuvieron los locales el 2-1 en las botas de De Bruyne, que desperdició un penalti de VAR por mano (clara) de Joe Gómez. Tanto quiso ajustar el belga la pena máxima que se le fue a la derecha de Alisson.

Esa jugada puso fin a la primera mitad, de la que volvimos con un poco menos de ritmo y un Liverpool algo más asentado. Transcurrieron los minutos con el guión previsto: atacaba el City, contragolpeaban los de Klopp. Faltaba peligro y sobraba lluvia.

Ni unos ni otros fueron capaces de generar ocasiones dignas de consignarse aquí, por lo que el 1-1 con el que llegamos al descanso fue también el marcador final. El Manchester City acaba la jornada con 12 puntos (y un partido menos), mientras que el Liverpool se queda con 17, los mismos que el Tottenham y a uno del Leicester, el nuevo líder de una Premier que está más igualada que nunca.

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