‘Checo’ Pérez se mira en el espejo de Rosberg para ser campeón del mundo
La guerra fría en Red Bull se avecina un año más. La escudería austriaca tiene de largo el mejor coche de la parrilla, algo que han demostrado en los dos primeros Gran Premios de la temporada de Fórmula 1, en Baréin y en Arabia Saudí. Los dos artífices de que el cuadro de Christian Horner se alzara con el Mundial de Constructores en 2022 fueron Max Verstappen y Sergio Checo Pérez. El nuevo RB 19 va como un tiro en el tramo inicial de la temporada y, de continuar esta dinámica, podría surgir el conflicto entre ambos pilotos.
En la primera carrera de esta temporada no hubo color. El vencedor en Baréin fue Verstappen, seguido de su compañero de box, Pérez. Sin embargo, en el circuito de Jeddah se invirtieron las posiciones. El piloto mexicano se hizo con la pole en la Quali, mientras que el holandés tuvo problemas con su motor y se vio obligado a abortar, por lo que no pasó de la Q2. Pese a partir como decimoquinto, el campeón del mundo realizó una nueva exhibición y acabó segundo en el GP de Arabia Saudí.
Además, el piloto neerlandés se hizo con la vuelta rápida de la carrera, por lo que es el líder con 44 puntos en la clasificación general, sólo uno por encima de su compañero. Verstappen, conocedor de que cualquier punto puede ser determinante a la hora de dirimir un ganador a final de temporada, preguntó por radio cuál era el tiempo que marcaba la vuelta rápida. «No estamos preocupados por eso en este momento, Max», le contestaron desde el muro. El holandés fue rotundo en su respuesta: «Sí, yo sí lo estoy».
Esta situación puede acabar generando un enfrentamiento entre los pupilos de Christian Horner que, de mantener estos resultados hasta final de temporada, tendrá que decidir entre uno de sus dos pilotos. De hecho, al término del GP de Arabia Saudí, el mexicano le preguntó a Verstappen si desde el pit no le habían ordenado «mantener el ritmo». Sin embargo, lo que sucedió fue que Red Bull le pidió una y otra vez que bajara el ritmo y este no hizo caso.
Checo Pérez tiene un espejo en el que mirarse ya que en la Fórmula 1 existe un precedente a esta circunstancia, el de Nico Rosberg. En 2016, se dio el caso de que fuera el segundo piloto de una escudería quien se hiciera con el Campeonato del Mundo, en esta ocasión sucedió en Mercedes. El piloto alemán le plantó cara a Lewis Hamilton y se hizo con un título por el que prácticamente nadie, ni siquiera en la escudería británica, habría apostado antes del arranque de dicha temporada.
La rivalidad nació la temporada pasada
Cabe recordar que esta no es la primera vez que el holandés desobedece las órdenes de su equipo. En el pasado campeonato ya surgió un enfrentamiento entre los dos pilotos de Red Bull generado por este comportamiento. En la penúltima carrera del año en el GP de Brasil, Checo Pérez se jugaba el subcampeonato del mundo con Charles Leclerc.
El monegasco se lo acabó arrebatando puesto que Verstappen, que ya era Campeón del Mundo, no dejó pasar al mexicano cuando más lo necesitaba. Esto desató la rabia del latino a través de su radio: «Esto demuestra quién es realmente», refiriéndose a su compañero el holandés. «Ya os lo he dicho. Os di mis razones», dijo el bicampeón del mundo cuando le preguntaron por su negativa a dejar pasar a su compañero.